Después de 18 días de angustia, fue liberado el niño Lyan José Hortúa, secuestrado el pasado 3 de mayo en el corregimiento de Potrerito, municipio de Jamundí, al sur del Valle del Cauca. La noticia, que causó alivio en todo el país, fue especialmente esperada por su familia, que vivió una verdadera pesadilla desde el día en que un grupo armado irrumpió violentamente en su vivienda.
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El menor, de 11 años, fue entregado a una comisión humanitaria de la Defensoría del Pueblo en una zona rural del corregimiento de Timba, en los límites entre el Valle del Cauca y el norte del Cauca, a unos 19 kilómetros del lugar del secuestro. De acuerdo con la información disponible, los responsables serían integrantes de las disidencias de las Farc bajo el mando de alias ‘Iván Mordisco’.
“Lejos de su hogar y su familia”: niño secuestrado en Jamundí fue hallado en zona rural del Cauca
El día del secuestro, cinco hombres armados y con pasamontañas ingresaron a la casa del niño con la supuesta intención de capturar a su padrastro, quien respondió al ataque con un arma de fuego. Al no lograr su objetivo, los atacantes optaron por llevarse al niño y a una empleada del hogar, quien fue liberada pocas horas después.
La madre de Lyan José se encuentra hospitalizada en la Clínica Valle del Lili, en Cali, tras sufrir una crisis de salud debido a la incertidumbre sobre el paradero de su hijo. Ahora, mientras se recupera, espera reencontrarse con él, cuyo cumpleaños número 12 será el próximo 29 de mayo.
Desde el primer momento, organismos humanitarios como la Misión de Verificación de la ONU, la Arquidiócesis de Cali y la Defensoría del Pueblo activaron canales de diálogo con el grupo armado para facilitar la liberación del niño. La Procuraduría había descartado un operativo de rescate para no poner en riesgo su vida.
El secuestro de Lyan generó una amplia preocupación nacional y múltiples llamados desde diferentes sectores. El pasado martes 20 de mayo, el presidente Gustavo Petro rompió el silencio oficial y pidió públicamente a los captores que “desobedecieran a sus jefes” y dejaran en libertad al niño.
Organismos de seguridad desplegaron durante estos días una serie de operativos para dar con su ubicación, mientras organizaciones de derechos humanos reclamaban su liberación inmediata. Aunque aún no se conocen detalles sobre las condiciones en que fue hallado, las autoridades han iniciado investigaciones para esclarecer lo ocurrido y capturar a los responsables del secuestro.
“No queremos más noticias de dolor, menos cuando se trata de niños y niñas”, expresó Iris Marín, defensora del Pueblo, tras confirmarse la liberación.
Este caso reabre el debate sobre la presencia de grupos armados ilegales en el suroccidente del país y sus graves consecuencias para la población civil, especialmente la más vulnerable.
