La Secretaría de Seguridad, a través del equipo de Asistencia Integral a la Denuncia (AIDE), analizó diferentes testimonios de víctimas de hurto de vehículos en Bogotá, e identificó patrones claros en la forma como actúan los delincuentes y las rutinas y percepciones que incrementan el riesgo sin que los ciudadanos lo noten.
Todo este análisis detallado del comportamiento delictivo ha sido clave para reforzar el despliegue operativo en contra de estos criminales. Según las autoridades se han recuperado 1.020 vehículos, 1.322 motocicletas y se han capturado cerca de 500 personas por hurto de automotores.
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1. Hurto por oportunidad: el vehículo queda estacionado y es retirado sin confrontación
¿Cómo actúan los delincuentes?
Esperan a que la víctima deje el carro o la moto en vía pública. Manipulan chapas o sistemas básicos de seguridad. En varios casos cuentan con un vehículo de apoyo. Escogen sectores con iluminación deficiente, sin vigilancia y cercanos a corredores viales, lo que facilita el retiro rápido del vehículo.
¿Por qué ocurre? Exceso de confianza en la costumbre: “siempre lo dejo aquí”, “hay otros carros”, “es frente a mi casa”. Percepción de que otros actores reducen el riesgo (otros vehículos, tránsito habitual, cercanía a avenidas). Ausencia de sistemas de protección. Algunos vecinos ven manipulaciones sospechosas y no reportan.
Recomendaciones
No dejar vehículos en calles sin iluminación o con poca actividad, aunque “siempre lo haya hecho”. Usar candados adicionales, alarmas, GPS y bloqueos electrónicos. No entregar información ni publicar detalles del hurto en redes sociales.Ante cualquier manipulación sospechosa, llamar a la línea 123. Actuar temprano evita el hurto.
2. Hurto de vehículos por atraco: ocurre en movimiento
¿Cómo actúan?Intervienen al menos dos delincuentes, generalmente armados. Interceptan a la víctima cuando llega o sale de su casa o trabajo. Eligen calles oscuras, secundarias y con poca actividad, pero cercanas a avenidas principales para facilitar la fuga. La intimidación es inmediata: buscan que la víctima entregue el vehículo sin resistencia. Después del hurto, dejan el vehículo abandonado por horas o incluso por días en calles lejanas o parqueaderos públicos, esperando que baje el acecho de la policía. Una vez se cercioran de que el vehículo, por ejemplo, no tiene sistemas de rastreo con los que puedan ubicarlo, finalizan el hurto desguazando el vehículo
¿Por qué ocurre?Bajos niveles de conciencia situacional, especialmente de noche. Confianza en la rutina (“siempre paso por aquí”). Distracción al llegar al hogar o finalizar jornada Falta de sistemas adicionales de seguridad en los vehículos (es recomendable instalar un GPS).
RecomendacionesEvitar transitar o detenerse en cuadras oscuras o con poca actividad. Al aproximarse a casa o trabajo, aumentar la atención al entorno, especialmente si va solo. Si identifica personas sospechosas, vehículos extraños o calles sin iluminación, cambiar la ruta inmediatamente. Instalar alarmas, inmovilizadores y GPS. Estos dispositivos incrementan las probabilidades de recuperación. Recuerde: ante un atraco, la vida es lo primero. No enfrentar al delincuente. Llamar de inmediato a la Policía, hacerlo en los primeros instantes, facilita entablar una ruta de escape para la Policía, y aumenta las posibilidades de una captura inmediata.
Extorsión después del hurto: una segunda forma de victimizaciónEn ambos tipos de hurto se ha identificado un fenómeno transversal: delincuentes se comunican por WhatsApp o redes sociales asegurando tener el vehículo y piden dinero para devolverlo, incluso enviando fotografías o videos.
Recomendación claveNo pagar, no negociar. Denunciar y contactar inmediatamente a la Policía y al CTI. Estas extorsiones buscan obtener un segundo beneficio económico y no garantizan la devolución del vehículo.
