Un operativo conjunto del Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (GAULA) de la Policía y la Fiscalía General de la Nación desarticuló una compleja red de extorsión que operaba principalmente desde el interior de la cárcel La Picota de Bogotá. La acción resultó en la captura de 33 personas y la imputación de seis más, enfrentando cargos por concierto para delinquir agravado y extorsión agravada.
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La investigación, que se extendió por diez meses, se centró en la estructura conocida como ‘Los Bautista’. Las autoridades determinaron que esta organización criminal obtuvo ganancias estimadas en 17.000 millones de pesos entre 2024 y 2025, producto de cientos de cobros extorsivos.
El rol del exfuncionario del Inpec en la red
El foco de la investigación se centró en la coordinación interna de la red. Entre los capturados se encuentra alias ‘Omar’, identificado por las autoridades como un exfuncionario del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec). Según el informe oficial, este individuo era el encargado de coordinar el grupo criminal dentro de La Picota, dirigiendo lo que las autoridades denominaron un “call center criminal”.
Este centro de operaciones se dedicaba a contactar y amenazar a las víctimas con el objetivo de obtener pagos. La labor del exmiembro del Inpec consistía en dirigir a varios de los capturados, quienes ejecutaban las llamadas y las amenazas, según detalló la Fiscalía.
El Coronel Édgar Correa, director de la Dirección de Antisecuestro y Antiextorsión de la Policía Nacional, confirmó el involucramiento de personal y familiares. “Identificamos seis personas que desde la cárcel eran los principales dinamizadores de esta red criminal. Ellos, junto a varios familiares, eran las encargadas de recoger el dinero a través de billeteras digitales y cuentas bancarias”, señaló el Coronel Correa.
La modalidad de la extorsión: suplantación y amenazas
La modalidad de extorsión utilizada por ‘Los Bautista’ se basaba en el engaño y la suplantación. Los miembros de la banda creaban perfiles falsos en redes sociales, haciéndose pasar por mujeres, para contactar a sus víctimas, en su mayoría hombres. Tras establecer la confianza, migraban las conversaciones a plataformas como WhatsApp y solicitaban pagos a cambio de contenido sexual.
Posteriormente, los delincuentes usaban capturas de pantalla de las conversaciones para amenazar a las víctimas. Las intimidaciones consistían en difundir las imágenes en redes sociales, acusándolos de delitos graves como pedofilia o violación, bajo la justificación de que algunos perfiles falsos correspondían a menores de edad.
El General Giovanni Cristancho, comandante de la Policía de Bogotá, explicó la presión ejercida: “Les manifestaban que si no les pagaban o accedían a sus pretensiones económicas los iban a publicar en las redes sociales, y les exigían la cantidad de dinero, dependiendo del perfil de la víctima”. Los pagos exigidos variaban entre 100.000 y 5 millones de pesos colombianos y se recolectaban mediante billeteras digitales y cuentas bancarias. Para dificultar el rastreo, utilizaban la técnica conocida como ‘pitufeo’, realizando múltiples consignaciones pequeñas.
Hasta el momento, las autoridades han identificado a 24 víctimas, aunque se estima que al menos 500 personas fueron afectadas por la red.
El impacto del operativo
El operativo abarcó 16 diligencias de allanamiento y registro en Bogotá, Soacha, Villavicencio y Cali. Se incautaron 30 teléfonos móviles, 55 tarjetas SIM, 45 microSD, un arma de fuego y documentos relacionados con las actividades ilegales. Varios de los detenidos tienen antecedentes por homicidio, secuestro, porte ilegal de armas, y desaparición forzada.
El alcalde Carlos Fernando Galán calificó la acción como uno de los golpes más significativos contra la extorsión en los últimos años. Sin embargo, el Secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo, enfatizó la necesidad de prevención. “Necesitamos la ayuda de los ciudadanos para que sean muy cuidadosos con el manejo de su información personal. Además, necesitamos que cuando sean contactados por estos individuos que los intimidan, rápidamente informen al GAULA. La colaboración de la ciudadanía es fundamental”, advirtió.

