Con un mensaje cargado de emotividad y crítica, la periodista Paola Herrera anunció este martes su renuncia a la Revista Cambio y su decisión de alejarse del periodismo. En una carta abierta, Herrera confesó sentirse agotada, frustrada y profundamente triste por lo que ha vivido en el ejercicio de su oficio, lo que la llevó a tomar la difícil decisión de dar un paso al costado. “Tal vez algún día volveré”, escribió.
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Herrera, quien en 2020 fue reconocida con el Premio Simón Bolívar como periodista del año tras destapar el escándalo de Centros Poblados, manifestó que ya no se siente representada por el lugar desde donde ejercía. Aunque sigue creyendo en el poder transformador del periodismo, asegura que muchas de las personas que la elogiaban entonces, hoy la atacan o estigmatizan por seguir haciendo preguntas incómodas.
Paola Herrera renuncia al periodismo con una dura crítica al gremio y al poder
En su despedida, también lanzó una crítica directa al estado actual del periodismo en Colombia. Para ella, muchos medios han renunciado al rigor para alimentar los sesgos de sus audiencias, dejando de lado su función crítica y de servicio público. “El periodismo ha cedido ante el clic, el algoritmo y la opinión sin contexto”, escribió, lamentando la pérdida de valores como la ética, el valor y la búsqueda de la verdad.
La periodista también denunció haber sido víctima de ataques desde el poder, mencionando al presidente Gustavo Petro y a algunos miembros de su gobierno, quienes han deslegitimado su trabajo y contribuido a una ola de agresiones en su contra. En medio de este panorama, lamentó el silencio cómplice de gran parte del gremio, que —a su juicio— solo reacciona cuando las agresiones tocan a figuras reconocidas o afines ideológicamente.
Herrera agradeció a los colegas que la han respaldado, pero fue enfática en advertir que la solidaridad en el periodismo colombiano es selectiva. Su renuncia no solo es una despedida personal, sino una llamada de atención sobre el rumbo del periodismo en un contexto cada vez más polarizado. “El miedo y los intereses están ganando la batalla”, concluyó.