En medio del clima de tensión generado por el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, el presidente Gustavo Petro denunció la noche del domingo, a través de su cuenta en la red social X, que su hija menor y los hijos de varios ministros de su gabinete han sido amenazados por redes sociales.
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“Acaban de amenazar a través del sistema de bodegas a un propietario de robots en redes, de amenazar a todos los hijos de mi gabinete, incluida mi hija Antonella”, escribió el mandatario en una publicación que ha generado profunda preocupación en sectores políticos y sociales. La declaración fue acompañada por un llamado urgente a desescalar el discurso de odio y violencia en medio de la coyuntura nacional.
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Petro conectó estos hechos con el intento de asesinato del senador del Centro Democrático, ocurrido el sábado 7 de junio en el barrio Modelia, en la localidad de Fontibón, al oeste de Bogotá. El mandatario reiteró que la naturaleza del atentado refuerza la hipótesis de que el autor del ataque es un enemigo del gobierno.
“Este hecho refuerza la hipótesis de que el autor del intento de asesinato es un enemigo del gobierno”, sentenció Petro, luego de participar en un Consejo de Seguridad Extraordinario con la cúpula militar, los organismos de inteligencia y el alcalde de Bogotá.
En un emotivo discurso emitido la noche del sábado, Petro calificó el atentado como “un día de dolor para la nación y su alma”. Subrayó que la vida debe estar por encima de cualquier diferencia política y llamó a una unidad nacional sin precedentes. “Todos los colombianos debemos concentrar nuestras energías en que siga vivo”, expresó el presidente con visible angustia.
El jefe de Estado también rechazó cualquier intento de instrumentalización política del atentado y aseguró que como presidente tiene el deber de proteger la vida de sus opositores. “La política debe ser libre de violencia. Por eso hicimos la paz”, enfatizó.
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Además, Petro ordenó investigar el esquema de seguridad que protegía al senador Uribe, ya que un atacante logró llegar hasta él pese a contar con escoltas asignados. “Si un asesino logra llegar hasta una persona protegida, hay un error que debe corregirse”, declaró, advirtiendo que no se escatimarán recursos para encontrar a los autores intelectuales del crimen.
El presidente pidió aplicar un método científico de investigación que contemple todas las hipótesis, y advirtió que el país no puede permitir que los patrones de asesinato de dirigentes políticos se repitan. También denunció el uso sistemático de menores vulnerables como sicarios, lo que conecta este caso con una oscura tradición de violencia política en Colombia.
Por su parte, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, anunció una recompensa de hasta $3.000 millones por información que permita capturar a los responsables del ataque. Aseguró que las capacidades de inteligencia y las fuerzas armadas están totalmente activadas para esclarecer el caso con urgencia.
El presunto atacante, un menor de 15 años, fue capturado por miembros de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y de la comunidad tras el atentado. De acuerdo con testigos, intentó huir cojeando, con el arma en la mano, antes de ser reducido. Actualmente se encuentra bajo custodia en una clínica de Bogotá, mientras las autoridades investigan si actuó por cuenta propia o por encargo.
En la escena del crimen, ubicada en la carrera 82 con calle 22C, fue incautada una pistola tipo Glock, que ya está bajo cadena de custodia judicial. El equipo del CTI de la Fiscalía desplegó más de 30 investigadores para realizar una reconstrucción minuto a minuto de los hechos. La Fiscal General, Luz Adriana Camargo, indicó que la prioridad es identificar a los autores intelectuales y establecer si existe una red detrás del ataque.
El senador Miguel Uribe Turbay, de 39 años, fue trasladado de urgencia tras recibir un disparo por la espalda que le perforó el parietal izquierdo del cráneo. Inicialmente fue atendido en la Clínica Medicentro, pero luego fue remitido a la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde permanece en estado crítico.
La clínica emitió un parte médico oficial en la mañana del domingo, señalando que Uribe ingresó en estado crítico, fue intervenido con un procedimiento neuroquirúrgico y una cirugía en el muslo izquierdo, y posteriormente trasladado a la unidad de cuidados intensivos para su estabilización.
“El estado reviste la máxima gravedad y el pronóstico es reservado”, indicó el parte, firmado por el director médico Dr. Adolfo Llinás Volpe. La operación consistió en una craniectomía descompresiva, una técnica utilizada para reducir la presión intracraneal en casos de trauma severo. Aunque el disparo fracturó el cráneo, no comprometió directamente la masa encefálica, lo que mantiene una mínima esperanza de recuperación.
Testigos del atentado relataron que el ataque ocurrió a las 5:30 de la tarde, cuando Uribe realizaba una actividad de campaña. Ocho detonaciones alteraron el evento, y las imágenes difundidas muestran momentos de pánico mientras asistentes intentaban contener la hemorragia. Una ambulancia que pasaba por el lugar logró auxiliarlo antes de que fuera trasladado por el equipo de seguridad del concejal Andrés Barrios.
Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay e hijo de la periodista Diana Turbay, asesinada en 1991, representa una figura relevante dentro del Centro Democrático y ha sido una de las voces más críticas del gobierno de Petro.
“El deber del demócrata es cuidar la vida de la oposición”, concluyó el presidente. “Si no protegemos a los niños, no tendremos patria. Hoy, la prioridad nacional es la vida. Todas las vidas”.