En Bogotá, se está implementando una medida de racionamiento de agua para enfrentar la grave crisis en los embalses que proveen agua potable a la ciudad. Esta situación se ha visto agravada por una sequía prolongada durante los primeros cuatro meses del año, causada por el fenómeno de El Niño. La medida de racionamiento es fundamental para gestionar la disponibilidad de agua, especialmente del Sistema Chingaza, que es crucial para el abastecimiento de la capital.
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De acuerdo con los últimos datos disponibles hasta el lunes 8 de julio, los embalses del Sistema Chingaza mostraron un nivel de 44,80%, lo que evidencia un ligero aumento frente al 40,49% registrado el día anterior, es decir, el 7 de julio. Aunque esta mejora es modesta, las autoridades enfatizan la importancia de mantener las restricciones vigentes para prevenir un potencial desabastecimiento en el futuro cercano.
Cabe mencionar que durante los primeros días de julio, la capital había presentado una ligera reducción en el nivel del Sistema Chingaza, lo que alertó sobre la posibilidad de volver a vivir una sequía. No obstante, se ha mostrado un comportamiento estable en los últimos días, lo que alivia en gran medida a los ciudadanos. Pues es preciso resaltar que el nivel de los embalses es importante para establecer las medidas de racionamiento, las cuales se cambiaron para que ahora se hagan turnos cada 18 días.
Cómo está el consumo de agua en Bogotá HOY 09 julio
El consumo diario de agua en Bogotá el 8 de julio fue de 16.46 m³/s, lo que subraya la continua demanda y la necesidad de una gestión cuidadosa de los recursos hídricos. A pesar de estos indicadores positivos, las autoridades insisten en la prudencia y en la conservación del agua por parte de todos los ciudadanos.
Además del racionamiento, las lluvias ligeras en las áreas circundantes han contribuido a la recuperación de los embalses. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) ha pronosticado la llegada del fenómeno de La Niña en los próximos meses, lo cual se espera que mejore significativamente los niveles de agua en los embalses.
El fenómeno de La Niña, contrario a El Niño, se caracteriza por la presencia de temperaturas más frías de lo normal en el Océano Pacífico central y oriental, lo que generalmente resulta en un incremento de las precipitaciones en varias regiones del mundo. En Colombia, La Niña suele traer un aumento en las lluvias, lo que podría aliviar considerablemente la situación actual de los embalses en Bogotá. Las autoridades continuarán monitoreando de cerca la evolución de este fenómeno y ajustarán las políticas de manejo del agua según sea necesario.
