Siendo las 8:15pm de este martes 14 de marzo, la mina Golondrinas, ubicada en la vereda Peñas de Cajón, en el municipio de Sutatausa, explotó y generó una reacción en cadena de otras cuatro más: Chocos, Granada, Eléctrica, Lucero y El Hoyo. Así lo informó el comandante de Bomberos de Cundinamarca, capitán Álvaro Farfán. “Es una acumulación de gases, como sabemos estas minas estaban en su parte interna llenas de gas metano, además de ello, hay polvo de carbón, esto además de ser tóxico, es altamente explosivo y obviamente esto generó que se produjera esta emergencia como tal”, informó en diálogo con Blu Radio.
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Por este hecho, hasta el momento, el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, informó que 11 mineros están muertos, pues los rescatistas han tenido contacto con los cuerpos. Sin embargo, la extracción se dificulta al ser manual, ya que ingresan a punta de pica.
“Hay 10 mineros atrapados y es difícil encontrarlos con vida por las horas que han transcurrido. Esta mina cumple con todos los requisitos. Tiene presencia hace muchos años en el municipio. Los mineros son del municipio. El título de mineria es legal y vigente”.
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Minero de Sutatusa contó los momentos de angustia que vive por sus compañeros atrapados
Familias y compañeros de los 10 mineros desaparecidos, esperan a las afueras de las tres minas en la vereda Peñas del Cajón, municipio de Sutatausa, alguna respuesta sobre su estado de salud y el avance de los organismos de socorro para dar con la profundidad donde se encuentran.
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Dentro de ellos, está Cristian, un minero que lleva seis meses trabajando y que en diálogo con Caracol Radio, contó todo lo que ha sentido a lo largo de estas horas, luego de que la emergencia se presentara en la noche de este martes.
Este trabajador, dijo, decidió trabajar allí para mejorar sus ingresos económicos, además “que yo vengo para buscar un futuro”. Sobre la remuneración, cuenta que es dependiendo del material que extraigan y las horas que allí pasen. “Unos se ganan “1′200.000 o hasta más de 2 millones quincenales”.
Sobre el porqué decidió adentrarse en estas minas que pueden tener 400 o 900 metros de profundidad, señaló que “son cosas que uno hace por la familia. Ya sabe a qué atenerse. Son cosas que puede pasar. Y (es cuestión de segundos) cuando una sabe que se va a derrumbar, (salir de allí)”.
Cristian, con la voz más baja, cuenta que conocía a los 11 mineros que hasta el momento han sido hallados muertos, pero que no todos han podido ser extraídos, pues los rescatistas se encuentran haciendo el trabajo manual y con pica, bajan cada vez más. “A uno le toca el corazón porque así como fueron ellos puede ser uno”.
La Cruz Roja dispuso de un punto de atención psicosocial, para atender a los familiares.