Un video difundido por un seguidor en redes sociales desató un intenso debate sobre la seguridad de la recién inaugurada noria Luna del Río, una de las atracciones más ambiciosas del Gran Malecón de Barranquilla. Las imágenes captaron el momento en que una de las cabinas se tambalea con fuerza debido a las fuertes brisas que suelen registrarse en la ciudad, generando preocupación entre ciudadanos, expertos y visitantes. El movimiento generado por las ráfagas de viento abrió la discusión sobre la estabilidad de la estructura y su comportamiento ante condiciones climáticas adversas.
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Aunque la administración distrital ha resaltado la calidad técnica del proyecto, el video circuló rápidamente, acompañándose de comentarios sobre la necesidad de revisar protocolos de seguridad y garantizar que la atracción pueda operar sin riesgos en una zona costera caracterizada por vientos constantes y, en ocasiones, impredecibles.
Video de fuertes brisas moviendo cabinas de la noria Luna del Río en Barranquilla desata preocupación y debate
La Luna del Río, catalogada como una de las norias más altas de Latinoamérica con 65 metros de altura, fue concebida como un símbolo del renacer turístico de Barranquilla. Ubicada estratégicamente junto al Pabellón de Cristal, la estructura busca consolidarse como un atractivo que conecte a barranquilleros y visitantes con la majestuosidad del río Magdalena, aprovechando la transformación urbana del Gran Malecón.
Durante una inspección reciente, el alcalde Alejandro Char destacó el impacto que tendrá la noria en la oferta recreativa y turística de la ciudad. “Con 65 metros de altura y 44 cabinas climatizadas, cada una con capacidad para seis personas, muy pronto será una realidad en nuestro Gran Malecón y se convertirá en una de las cinco norias más grandes de Latinoamérica”, señaló. Char resaltó que, en un recorrido de 15 a 20 minutos, los usuarios podrán disfrutar una vista 360° de Barranquilla y del río Magdalena, como parte de una experiencia turística única.
El mandatario también indicó que la obra llegó desde una de las fábricas más reconocidas de Italia, con miles de piezas que fueron ensambladas en el lugar. Además, estará rodeada de un parque, zonas verdes, espacios comerciales y una iluminación nocturna que promete convertirla en uno de los puntos más fotografiados de la ciudad. Para la Alcaldía, la Luna del Río no solo dinamiza la oferta turística, sino que marca un antes y un después en la recreación y el desarrollo urbano del Gran Malecón.
El debate tras la difusión del video
El video que muestra el movimiento de las cabinas provocó respuestas divididas: mientras algunos usuarios aseguraron que estos oscilamientos son normales en estructuras de este tipo y forman parte del diseño para absorber ráfagas de viento, otros expresaron preocupación por la magnitud del movimiento y la necesidad de verificar si se cumplen los parámetros internacionales de seguridad.
En Barranquilla, donde las brisas fuertes son parte habitual del clima, especialmente entre diciembre y abril, la difusión del material alimentó cuestionamientos sobre si la estructura está preparada para soportar estas condiciones sin comprometer la seguridad de sus ocupantes. Técnicos e ingenieros consultados por internautas señalaron que muchas norias del mundo incluyen mecanismos de flexibilización para soportar cargas de viento, pero también recalcaron la importancia de realizar pruebas continuas antes de su apertura oficial.
Una obra envuelta en reclamos legales
El avance de la Luna del Río no solo ha despertado entusiasmo, sino también una controversia legal liderada por el empresario barranquillero Samuel David Tcherassi, quien afirma que la noria sería una presunta copia de un proyecto de su autoría. Según Tcherassi, él es titular de las marcas “Luna”, “Luna de Barranquilla” y “Luna Park”, registradas ante la Superintendencia de Industria y Comercio, así como de los derechos de autor sobre el concepto arquitectónico denominado “Luna Entertainment Park”, desarrollado desde 2018.
El empresario asegura que su propuesta fue presentada previamente a la administración distrital y que incluso se adelantaron conversaciones con Puerta de Oro y la firma italiana Fabbri Group, fabricante de la noria que hoy se instala en el Malecón. Tras cambios en los procesos administrativos, sostiene que el Distrito habría continuado con la iniciativa sin su participación, replicando elementos clave del diseño y del nombre registrado.
El pasado 14 de noviembre, Tcherassi envió un requerimiento formal al alcalde Alejandro Char y a los actores involucrados, solicitando el cese inmediato del proyecto y advirtiendo posibles acciones civiles, penales y disciplinarias en caso de no ser atendido antes del 20 de noviembre. Hasta el momento, la Alcaldía no ha respondido directamente a estos señalamientos.
Entre la expectativa y la incertidumbre
Mientras avanza el montaje y se realizan las pruebas técnicas, la ciudad espera la inauguración oficial de la Luna del Río en diciembre. Sin embargo, el reciente video reavivó interrogantes sobre la seguridad estructural de la noria, al mismo tiempo que el debate legal agrega un nuevo matiz a la discusión pública.
En medio de la expectativa por la apertura y el entusiasmo que genera la obra, el episodio evidenció la necesidad de fortalecer la comunicación sobre los protocolos de seguridad, especialmente ante un clima como el de Barranquilla. Por ahora, la noria sigue en etapa de pruebas, mientras la ciudadanía observa con atención si este nuevo ícono turístico logrará superar los cuestionamientos y consolidarse como el orgullo del Gran Malecón.

