Han pasado cinco meses desde la desaparición de la médico bogotana Tatiana Hernández Díaz, ocurrida en inmediaciones de la Avenida Santander en Cartagena, entre el Centro Histórico y Bocagrande. Desde ese 13 de abril, sus familiares viven una pesadilla que enfrentan con esperanza, fe en Dios y amor por la joven de 23 años.
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La familia de Tatiana ha realizado velatones, plantones, misas y cadenas de oración, buscando mantener vivo el clamor por su regreso. También han acudido a los medios de comunicación locales y nacionales, y han recibido el apoyo de las autoridades cartageneras, quienes incluso emplearon herramientas tecnológicas y métodos sofisticados para dar con su paradero, aunque sin resultados hasta el momento.
Familia de Tatiana Hernández mantiene la fe en medio de amenazas y extorsiones
La joven realizaba sus prácticas médicas en el Hospital Naval de Cartagena y estaba próxima a culminarlas para regresar a Bogotá, su ciudad natal. Sin embargo, esa tarde fue vista por última vez cuando se encontraba sentada en los espolones frente al mar. Una cámara de celular que captaba el atardecer registró los últimos instantes en los que aparece la médico.
Para Lucy Díaz, madre de Tatiana, estos meses han sido un calvario. No obstante, asegura que cada día se levanta con la ilusión de volver a abrazar a su hija. En medio del dolor, Lucy reveló que ha recibido amenazas por parte de una banda criminal, que le habría exigido abandonar la ciudad. Ante esta situación, tomó la decisión de trasladarse a otro municipio del Caribe para protegerse, sin apartarse del proceso judicial.
La madre también denunció que la Fiscalía General de la Nación rechazó su solicitud de trasladar las investigaciones a otra ciudad del país, trámite presentado en agosto. Según le fue comunicado, mover el caso implicaría un retroceso en la investigación, argumento que la familia considera injusto.
En entrevistas anteriores, Lucy relató haber sido víctima de extorsiones, informaciones falsas y constantes intimidaciones, hechos que incrementan la angustia y la incertidumbre. Aun así, mantiene firme la convicción de que Tatiana Hernández aparecerá con vida, aferrándose al apoyo ciudadano y a la fe como motores para seguir adelante.