Un nuevo bache de seguridad informática salió a la luz despertando grandes preocupaciones debido a la magnitud de su peligro. De acuerdo con la alerta emitida por la empresa italiana VarGroup, se detectó la publicación de videos íntimos de más de 2.000 cámaras de vigilancia.
Las grabaciones consistían en pequeños fragmentos extraídos directamente de las cámaras y si los usuarios querían acceder a la grabación completa debían pagar algo similar a una suscripción con pagos de entre los 20 y 575 dólares. También se prometía el poder tener control del dispositivo de manera remota para elegir qué ver en la escena.
Al rastrear la información se pudo comprobar que el hackeo a las cámaras se realizó en diversos países, sumando mayor preocupación al tema. De hecho, se estableció que la mayoría de estas cámaras tenían origen en Italia, Francia, Alemania, Rusia, Ucrania, México y Argentina.
Sobre el catálogo de contenido, el portal web organizaba los vídeos por ubicación, habitación, personas y tipo de actividades registradas, y contaba con una barra de búsqueda convencional.
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Señales para saber que una cámara fue hackeada
- Movimiento extraño del lente
- Si la cámara PTZ (que rota) se mueve sola hacia lugares inusuales o sin que alguien la controle.
- Luces LED inusuales
- El LED de estado o de grabación parpadea en horarios en los que no debería, o está encendido cuando supuestamente la cámara está apagada.
- Consumo de red anormal
- Un aumento repentino en el uso de internet puede indicar que la cámara está transmitiendo video a un servidor no autorizado.
- Acceso inesperado
- Aparecen usuarios desconocidos en la configuración de la cámara o en el router.
- Cambios en la configuración
- Ajustes como la contraseña, la dirección IP o la orientación de grabación se modifican sin tu autorización.

