Viajar en el tiempo es una de las tantas obsesiones de quienes se dedican al estudio de las ciencias y la existencia humana. Está al mismo nivel de poder encontrar otro mundo que reúna condiciones de vida similares a la Tierra.
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Investigadores y escritores han planteado teorías científicas de cómo se podrían realizar estos viajes en el tiempo, que a su vez han sido mostradas en la ciencia ficción.
A muchos los mueve la sed de conocimientos, a otros los motiva quedar en la historia como el primero en lograr este hito. Pero al científico del que vamos a hablar a continuación lo mueve el poder del amor.
Ron Mallet, un físico teórico estadounidense, ha dedicado su vida a la investigación de los viajes en el tiempo. Motivado por la muerte de su padre cuando era niño y la fascinación por la ciencia ficción, Mallet se ha embarcado en la ambiciosa misión de construir una máquina del tiempo que le permita viajar al pasado.
Su trabajo se basa en la teoría de la relatividad general de Einstein, la cual propone que el espacio-tiempo es una estructura flexible que puede ser deformada por la gravedad. Mallet cree que una máquina del tiempo podría ser construida utilizando un cilindro de luz rotante. Este cilindro crearía un campo gravitatorio lo suficientemente fuerte como para curvar el espacio-tiempo y permitir el viaje en el tiempo.
Mallet ha diseñado un prototipo de máquina del tiempo que consiste en un anillo de láseres giratorios. Aunque todavía está en desarrollo, este prototipo podría ser la base para una máquina del tiempo funcional en el futuro.
Su trabajo ha recibido críticas por parte de algunos científicos, quienes consideran que sus ideas son poco realistas e imposibles de lograr. Sin embargo, Mallet continúa con su investigación y está convencido de que el viaje en el tiempo es posible.
“No estoy tratando de construir una máquina del tiempo para cambiar el pasado”, ha dicho Mallet en entrevistas. “Simplemente quiero verlo y entenderlo mejor”.