No podemos decir que estamos tristes, porque las últimas presentaciones de la Electronic Entertainment Expo, mejor conocida como la E3, fueron realmente deprimentes. Sin embargo, no deja de aparecer un poco de nostalgia por el fin definitivo de la que llegó a ser la convención de videojuegos más importante del mundo.
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Así lo anunció la organización de la ESA en sus redes sociales. Hicieron posteos en sus plataformas digitales para anunciar el final definitivo de la exposición.
“Después de más de dos décadas de E3, una más grande que la otra, ha llegado el momento de decir adiós. Gracias por los recuerdos”, escribieron en una imagen que publicaron en Instagram.
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La nostalgia por el fin de la E3 se explica porque es un evento que se organiza desde 1995. Fueron 28 años de anuncios impresionantes de nuevos títulos y consolas, como por ejemplo, la Nintendo Switch, en 2017.
En FayerWayer la recordamos con cariño. Era una de nuestras épocas favoritas del año, esperábamos los anuncios con ansias para compartirles todas las novedades que allí se anunciaban. Pero lamentablemente también fuimos testigos de su debacle.
Es por eso que en esta reseña les contamos las tres claves que llevaron a la E3 a un callejón sin salida.
Eras buena, E3. ¿Qué te pasó?
- Una de las principales causas que destruyó la E3, fue la feroz competencia de otros eventos: En los últimos años, han surgido otras convenciones de videojuegos que compiten con la E3, como el Summer Game Fest y el Gamescom y el mismo The Game Awards, que a pesar de ser una premiación, está colmada de anuncios
- Lamentablemente, la E3 no tuvo capacidad de innovar. El evento se había transformado en algo obsoleto. Seguía utilizando el mismo formato que había utilizado durante décadas, y ofrecía pocas novedades en cuanto a su modalidad.
- Pero no hay duda que el golpe más fuerte que recibió la E3, fue el de la pandemia del covid-19. El brutal confinamiento al que fuimos sometidos, tuvo un impacto significativo en la industria de los videojuegos, y la E3 no fue la excepción nunca se pudo recuperar. De hecho, fueron las convenciones pospandemia las que peores recibimientos tuvieron en la industria de los videojuegos.
