En 2015, Techdirt reportó un intento de China por controlar la identidad en línea, buscando que se usen nombres reales en servicios digitales. A pesar de múltiples intentos desde 2003, el país sigue implementando medidas.
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Recientemente, redes sociales chinas como Weibo, WeChat y otras exigieron nombres legales, empezando por usuarios con más de 1 millón de seguidores y luego con 500,000.
Esta estrategia se centra en influencers, facilitando el control en lugar de imponerlo a millones de usuarios. El profesor Min Jiang, de la Universidad de Carolina del Norte, menciona que esto limitará la influencia de los líderes de opinión y los obligará a navegar con cautela bajo la censura.
El enfoque parece ser efectivo: varios influyentes han dejado de publicar o eliminaron seguidores para cumplir con la nueva regla.
Algunos, como Tianjin Stock King, han reducido significativamente sus seguidores. Aunque las medidas anteriores ya requerían nombres reales en Weibo, esta nueva política permitirá que los usuarios examinen las actividades en línea de las personas influyentes, dificultando la expresión de opiniones controvertidas.
Aquellos vinculados al Estado podrían enfrentar acusaciones de deslealtad una vez que su identidad sea conocida por el público en general.