Después de una aparente calma en el mundo de las Big Tech, Microsoft sorprende al anunciar una nueva ronda de despidos que se suma a la anterior llevada a cabo en enero. En aquella ocasión, la compañía tuvo que prescindir de 10.000 empleados, convirtiéndose en una de las mayores reducciones de personal en el sector.
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Como recuerda Xataka en su informe, a principios de 2023, la empresa liderada por Satya Nadella contaba con una plantilla de 220.000 empleados en todo el mundo. Sin embargo, tras los despidos de enero, que representaron una reducción del 5% de la plantilla, Microsoft se quedó con 210.000 empleados a nivel global.
Además, se implementaron ajustes en la compensación de los empleados a tiempo completo, congelando los salarios y recortando bonificaciones e incentivos en determinados puestos para mantener la capacidad de inversión de la compañía en la carrera por la inteligencia artificial (IA). Ahora, una nueva ola de despidos se suma a la tormenta.
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Más de 200 empleados despedidos
Los despidos recientemente confirmados por Microsoft, según CNBC, se centran específicamente en la división dedicada a la línea de hardware y servicios de venta, reafirmando los cambios que la compañía anticipó en enero. En concreto, se trata de 276 empleados de las oficinas de Washington, de los cuales 66 trabajan de forma remota.
Con esta medida, la empresa comienza su año fiscal reorientando su estrategia en un mercado de computadoras que no se recupera tras el auge de ventas experimentado durante la pandemia.
Además de la reestructuración en la línea de ordenadores y hardware, otro argumento de la compañía para estos despidos es la consolidación de los arrendamientos. Es decir, optimizar el espacio ocupado por sus oficinas para adaptarse a una realidad que ha cambiado desde enero, con una reducción de más de 10.000 empleados.
En cifras, esta situación en Redmond se genera tras unos beneficios cercanos a los 53.000 millones de dólares en el primer trimestre de 2023. Sin embargo, la compañía reconoce una revisión a la baja para el segundo trimestre, con una caída del 7,1% al 6,7%.
Las oleadas de despidos en las grandes compañías no se deben a una crisis económica o financiera de estas empresas que se ven obligadas a reducir personal para evitar la quiebra. En este caso, la razón detrás de los despidos masivos fue la sobrecontratación durante la pandemia, donde compañías como Meta contrataban de manera excesiva para atraer talento de la competencia.