Michaël Moisseeff se define como un “escultor de aromas”. Este doctor en Biotecnología del Instituto Nacional Politécnico de Toulouse se atrevió a elaborar un perfume con el olor de la Luna, y el resultado fue poco atractivo. Apestoso, por describirlo mejor.
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A nadie conquistarás usando este aroma.
Sin embargo, el perfume se encuentra en una exposición denominada Ciudad del Espacio (Cite de l’Espace), en el Museo de Toulouse.
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¿Cómo logró Moisseeff recrear el olor de nuestro satélite terrestre? ¿Y por qué decimos que el resultado es apestoso?
Este experto conversó con AFP en 2020. Allí explicó cómo obtuvo el olor de la Luna.
“Para recrear el olor de un sotobosque, por ejemplo, en primer lugar, hay que ir al sitio. ¿Acaso hay musgo? ¿Líquenes? ¿Humedad? Hago un inventario y reúno mis elementos, como un pintor con su paleta de colores, y luego trabajo en las proporciones para intentar afinar al máximo”, señaló Moisseeff.
“Pero Cite de l’Espace no quiso pagarme el viaje (a la Luna)”, bromeó el francés.
¿A qué huele la Luna? Esta es la respuesta
Moisseeff acudió a los recuerdos de los astronautas que han pisado el satélite natural. Basándose en memorias y entrevistas de Buzz Aldrin, Charlie Duke y Gene Cernan, llegó al aroma, reproduciéndolo en su perfume.
Aldrin decía que la Luna olía a carbón quemado. Para Duke, era pólvora lo que captaba con su olfato. Y Cernan se unía a ellos, indicando que el olor era como si alguien hubiera disparado una carabina.
Moisseeff usó pólvora negra en su laboratorio, y luego de varios intentos mezclándola con otros elementos, alcanzó un olor peculiar, con notas metálicas, carbonosas y sulfurosas.
En la Cite de l’Espace están felices con el perfume de la Luna, sin importar su apestoso olor.
Xavier Pernot, comunicador científico, señaló: “Este olor enigmático reproducido a partir de las descripciones de algunos astronautas recuerdan a aromas conocidos como la pólvora de los cañones o la ceniza de la chimenea, pero eso no quiere decir que haya esto sobre la Luna”.
Nuestro satélite natural está conformado por dióxido de silicio, hierro, calcio y magnesio, entre otros elementos. El polvo lunar se quedó impregnado en los trajes de los astronautas que pisaron la superficie, y al entrar en la nave para volver a la Tierra pudieron olerlo.
¿Comprarías un perfume con olor a Luna? Habrá que ver si Moisseeff lo quiere comercializar.