Algunos pensarán que los astronautas de la NASA deben pasar su tiempo en el laboratorio, en la oficina o en algún centro de investigación, pero también pueden entrenar en islas con aguas cristalinas, playas volcánicas y parajes áridos, como Lanzarote, una isla en España.
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Como explica un informe publicado en el sitio web de El Debate, esta isla es importante para el turismo español, pero la también llamada Isla Diferente cuenta con propiedad minerales y geológicas, parecidas a las de la Luna o Marte, por lo que agencias como la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) se han interesado en hacer estudios en ella.
El reporte cuenta que son varios los astronautas de ambas organizaciones que se han entrenado en sus campos de lava y escoria volcánica desde 2017 para reproducir las condiciones que vivirán el día que pisen suelo extraterrestre, con las evidentes diferencias.
Superficie y cuevas parecidas
Además de tener una supercie parecida a la lunar o la marciana, esta isla cuenta con cuevas que han motivado a la ESA, el Instituto Lunar o las universidades más avanzadas del mundo a organizar la cuarta edición de su Conferencia Internacional sobre Cuevas Planetarias en una gruta de la isla.
La conferencia, que tendrá lugar entre el 4 y el 7 de mayo, se celebrará entre los Jameos del Agua, el segmento de tubo volcánico de La Corona reconvertido en uno de los auditorios más espectaculares del mundo, y el centro sociocultural de La Tegala, en la localidad de Haría.
Los expertos pretenden comprobar o no si es posible sembrar en suelos con estas características y extraer minerales o combustibles. Por otro lado, los astrofísicos quieren saber también si las cavidades que salpican la geografía lunar o marciana pueden ofrecer refugio a quienes se dediquen a construir bases en esos lugares, por la protección contra las radiaciones solares.
La exploración del subsuelo de la Luna y Marte, el potencial científico de las bocas de las cuevas, la posibilidad de buscar volátiles subterráneos y determinar la habitabilidad del subsuelo o la oportunidad de investigar si las cavernas en otros planetas pueden albergar vida son parte del interés de los científicos.