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Así funciona el sorprendente sistema con el que Rusia protege a sus aeronaves en el cielo

Los expertos lo llaman “señuelos de calor”. Son parte del poderío militar de Rusia.

El poderío militar de Rusia es abismalmente superior al de Ucrania. Ambas naciones protagonizan una lamentable guerra que inició la madrugada del jueves 24 de marzo. Se desarrolla en las zonas fronterizas y en las afueras de la capital ucraniana, Kiev.

No se han cumplido 48 horas desde que ocurrió el primer disparo y Rusia ya demostró parte de su impresionante arsenal que va más allá del alcance de una bala, la destrucción que provoca uno de sus misiles o el metal protector que utilizan los vehículos de los soldados.

La fuerza militar rusa cuenta con una sorprendente tecnología para proteger a sus aeronaves, que se ejecuta mientras están volando. El mundo quedó sorprendido hace aproximadamente nueve meses, cuando Israel protegía su territorio de los misiles que provenían de Palestina, con la activación de sus escudos en los cielos de Tel-Aviv.

Bueno, lo que integran los helicópteros de Rusia y los aviones de vuelo bajo es de una tecnología similar. La gran diferencia con respecto a los israelitas, es que estos van en cada una de las aeronaves. Entonces, cuando el piloto recibe el alerta de que un misil va hacia su nave, aplica estas defensas para desactivar la amenaza.

Un helicóptero de Rusia usando los sensores

La fotografía que compartimos en la portada de esta reseña, cortesía de El Confidencial, es justamente de un helicóptero ejecutando los sistemas de defensas. En las redes sociales hemos encontrado videos de presuntas aeronaves rusas en Ucrania, disparando estas mismas bengalas que protegen.

No podemos confirmar que este video que posteamos a continuación sea del actual conflicto entre Rusia y Ucrania. Pero lo compartimos con ustedes ya que lo que sí es cierto es que está activando las defensas mientras vuela por un territorio residencial.

El Confidencial explica que este sistema consiste en generar una elevada sensación de temperatura. La acción despistaría al buscador del misil que persigue el mismo calor que emiten las turbinas de los aviones o helicópteros.

Una vez que el piloto que se está defendiendo dispara estas bengalas sumamente calientes, debe ejecutar una maniobra veloz de alejamiento del lugar, para despegarse de los señuelos y por supuesto del misil.

Pasa lo mismo en el caso de que las defensas estén programadas de forma automática. Los radares detectan un acercamiento y de inmediato sueltan los señuelos. Por tal motivo, el mismo maniobrante se debe alejar de esta locación.

Algo muy común es lo que sucede en el video de Twitter que dejamos arriba: un helicóptero está sobrevolando una zona sin amenazas pero hostil. Entonces, mientras hace su recorrido suelta señuelos en caso de que le disparen un misil con direccionamiento.

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