Los perros se han convertido en integrantes fundamentales de muchos hogares, al punto de ser considerados como un miembro más de la familia al que se le presta cuidado, atención, cariño y algunos consentimientos. Los cambios de comportamiento de los caninos no solo afectan su salud sino que preocupan a sus dueños y a sus amos, en especial cuando estos dejan de comer y bajan por completo su estado de ánimo. Es importante destacar que éstos animales, por su naturaleza utilizan su olfato para rastrear y en ocasiones esto los puede llevar a ingerir por este medio algún elemento que afecte su salud.
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Al tener un perro en casa, se debe procurar brindarle espacios cómodos y seguros para su día a día, así como el acceso a comida y agua regular. No obstante, en ocasiones, los perros sufren de inapetencia, la cual puede ser esporádica o prolongada. Para identificar las causas de ésta, es importante conocer los comportamientos habituales del perro y los cambios en éste que puedan tener.
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En ocasiones los perros dejan de comer su alimento de costumbre porque buscan compañía de sus dueños y atención por medio de premios o cambios en su alimentación a algún producto que le llame la atención. Así mismo, se puede deber a que ciertos animales luego de consumir un alimento por periodos de tiempo prolongados, pierden el gusto por el sabor de la comida, dejando de consumirla, ante esto, se puede realizar transición de alimento a nuevas marcas o sabores del concentrado.
Cuando el canino se ve expuesto a cambios de rutina o viajes, puede experimentar falta de apetito en el proceso de reconocimiento del lugar en el que se encuentra; por lo cual, es recomendable llevar consigo el recipiente acostumbrado y algún alimento provocativo para él que lo motive a comer. Las altas temperaturas podrían afectar a los perros, llevándolos a consumir en mayor cantidad agua que alimento; sin embargo, el realizar actividad física y juego le permitirá a su organismo retomar la ingesta de alimento.
Adicionalmente, esta inapetencia puede ser efecto secundario de las vacunas o desparacitantes. No obstante, existen también factores de salud que pueden desencadenar la falta de apetito en los perros; como lo son, dolor, infecciones intestinales, e incluso afectaciones olfativas.
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Ante estas situaciones se debe acudir a la atención veterinaria para que allí detecten algún problema de salud y tratamientos adecuados. De igual manera, si el perro se encuentra cursando su etapa de vida de vejez, su alimentación va a variar y será más factible que pierda el interés por ingerir algunos alimentos.
El conocimiento de la mascota será clave al momento de identificar las causas de inapetencia, duración y tratamiento de las mismas.
