Sin hablar de los juegos por Copa Colombia ante Huila y Atlético, equipos de la 1°B, al tiburón le tocó bailar con dos de las más feas en este semestre. Y sí que la pasó mal. Pasará igual con Pasto?
Después de aquellos partidos desastrosos de Junior ante un Millonarios, sumergido en la crisis de resultados, y con un técnico descabezado como David González, y luego ante un Unión Magdalena, que le pintó la cara al onceno rojiblanco en el Sierra Nevada donde antes no había “soplado el ciclón” de local, fueron muchas las conclusiones del técnico Alfredo Arias como análisis, en especial, el decir que habían perdido dichos juegos por falta de actitud. Una verdad tan cierta como que el agua moja.
Y viene otra fea!! Sí. Es que enfrentar en esta décimo tercera fecha de la liga a un equipo como el Deportivo Pasto, que llega a Barranquilla como colero del campeonato con diez puntos, inmerso en escándalos de apuestas y sin su técnico, Camilo Ayala, por antecedentes, pone a pensar a más de un hincha juniorista. Al técnico rojiblanco, en la última rueda de prensa con los medios de comunicación en Barranquilla, se le consultó sobre el tema, y fiel a su estilo, no ocultó dicha verdad, como otros en su tiempo sí lo hacían: “Los que han venido mal, le hemos dado vida. Eso no puede volver a pasar”. Bien dirían algunos que Junior los resucitó. Otros, de forma mamagallística, casi que burlesca y algo ramplona, que Junior es un “levanta muertos”.
Pero la gran pregunta es, ¿cómo ahora recuperar la confianza de los fanáticos, cuando este tipo de rivales son los que ponen en aprietos a uno de los punteros de la liga? Sencillo. Intentar ganar siendo mejores. Son los únicos que, con buen juego dentro de la cancha, con decisiones acertadas también en el banco técnico y camerino, pueden arreglar este tema que ya se está convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza. Ellos sólo pueden contagiar nuevamente al hincha dejando todo en el terreno, como bien lo manifestó Arias. “Es algo que me tiene muy ocupado, no me tiene conforme” puntualizó. ¿Y a quién no?
Lo bueno de todo esto, y así muchos en el mundo Junior lo entienden, es que no se llegará a la fiesta de fin de año siendo un equipo perfecto, líder e invicto. Quedó demostrado que al equipo de Alfredo Arias le entraron las balas, literalmente hablando, y que tiene que mejorar mucho, sobretodo en el tema defensivo, para poder cuadrar la caja antes de arrancar los cuadrangulares, que desde ya pinta sin equipos con respirador artificial, necesitando un médico como el club barranquillero que los saque de la unidad de cuidados intensivos. Perdonenme, hinchas del tiburón, pero es una realidad que asusta.
¡DURA LEX SED LEX!

