En un universo paralelo a este, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, revisa su celular un poco antes de empezar su día. Hoy, 24 de junio de 2025, debe comparecer ante el Comité de Gastos del Senado. Aun así, saca tiempo para revisar su celular porque, como parte de su estrategia para aprender español, lee medios hispanos. A su lado duerme el bueno de Scott, Scott Fitzgerald, ¡como el escritor! Parece un chiste, pero así se llama el que es su esposo desde 1996.
Se topa con una columna de Publimetro, un grupo global de periódicos gratuitos con presencia en 198 ciudades de 24 países. La columnista, que escribe desde Columbia, cuenta de cuando vivió en Londres. Por un tiempo trabaja limpiando baños en un edificio de oficinas, dice. Lo hace tan bien como no lo hizo nunca en Columbia. ¡Su madre estaría tan orgullosa! Aunque quizás no: su madre nunca ha estado orgullosa de las decisiones que toma.
A la semana, el jefe de la columnista la llama: olvidó limpiar en el baño del cuarto piso un… percance que está fuera y no dentro del inodoro. La columnista se sorprende: estuvo ahí hace menos de media hora. Su jefe le dice que solo lo limpie.
El problema persiste los siguientes días en el mismo baño. Limpia y poco tiempo después aparece el percance que alguien deja al lado, no dentro, de uno de los inodoros. La columnista decide averiguar quién es. No demora en darse cuenta de un inglesito de mediana edad que suele entrar al baño después de que ella lo ha limpiado. Le cuenta a su jefe, pero a él no le importa: solo debe limpiar, sin que importe dónde. La columnista deja el trabajo poco tiempo después.
La fiscal sonríe con la conclusión de la columnista: la experiencia del trabajo la hizo pensar que a nivel ¿espiritual?, ¿existencial?, la cosa no es muy distinta: si uno no limpia su propia caca, alguien más tendrá que hacerlo. Cada día intenta que eso no suceda, dice, y casi todos los días no lo logra. Finaliza planteando, no sin cierto humor, que es una gran generadora de caca.
La fiscal se alista, se despide de Scott y va a declarar al senado. En su comparecencia no dirá: “No nos dejaremos intimidar y mantendremos a Estados Unidos a salvo gracias al liderazgo del presidente Trump. Ya sea Irán, Rusia, China o México, ningún adversario extranjero nos doblegará, ya sea que intente matarnos físicamente o mediante la sobredosis de nuestros hijos con drogas” (Estados Unidos advierte a México, China, Rusia e Irán: ‘No nos dejaremos intimidar’) haciendo referencia al fentanilo. La fiscal sabe que el consumo de drogas como el fentanilo es un síntoma de problemas de la sociedad norteamericana mucho más complejos, y que una declaración así sería equivalente a esperar que otros se encarguen de resolverlos por uno. A buena hora ha leído la columna esa. Decide compartírsela a Scott Fitzgerald, de quien no se separó en 2002, 6 años después de haberse casado.

