Opinión

Opinión: Los niños hablan, nosotros actuamos

El concejal Samir Bedoya Piraquive explica el proyecto de Política Pública para Prevención al Abuso Sexual y la Explotación sexual de Niños, Niñas y Adolescentes en Bogotá

El concejal Samir Bedoya plantea que en el Plan de Desarrollo de Bogotá se incluya el enfoque de niñez
Samir Bedoya

La Secretaría de Educación ha recibido 4,247 reportes de presunto abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes en Bogotá entre enero y junio de 2024. Esta cifra nos revela una realidad inquietante: en promedio, se registran 23 casos al día, lo que equivale a casi 1 caso cada hora.

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Para dimensionar mejor esta situación, consideremos lo siguiente: 1 de cada 187 estudiantes en los colegios oficiales de Bogotá ha sido víctima de abuso sexual. Si tomamos como referencia el INEM, un colegio con 6,000 estudiantes, esto representaría que aproximadamente el 71 % de su población estudiantil habría sido víctima de abuso.

El abuso sexual infantil es una realidad que no podemos desconocer y desde la Bancada del partido MIRA hemos abordado ampliamente, fruto de ello y con el apoyo unánime de los concejales de la Comisión del Plan, se aprobó en primer debate el Proyecto de Acuerdo “Por medio del cual se adopta la línea de Política Pública para Prevención al Abuso Sexual y la Explotación sexual de Niños, Niñas y Adolescentes y se conmemora el día mundial para la Prevención del Abuso Sexual contra niñas, niños y adolescente en el Distrito Capital”.

Esta es más que una buena noticia; es un gran avance que refleja el compromiso de nuestra sociedad con la protección de nuestros niños. Este proyecto, liderado por nuestra bancada del Partido Político MIRA en el Concejo de Bogotá, recibió el respaldo de múltiples bancadas, lo que deja claro que cuando se trata de proteger a nuestros niños, las diferencias políticas quedan en un segundo plano. Donde esperamos que en Plenaria del Concejo continúe para sanción del Alcalde Mayor de Bogotá.

Es importante contar de dónde nace esta iniciativa. Desde hace más de 24 años, el Partido MIRA ha venido trabajando en la protección de los derechos de los NNA, liderando diferentes iniciativas normativas en el Senado con la exsenadora Alexandra Moreno Piraquive, en defensa de los niños, niñas y adolescentes. Además, hace unos meses desarrollamos un laboratorio de innovación por la niñez, donde ellos nos plantearon algunas propuestas para la ciudad que fueron incluidas en el Plan de Desarrollo Distrital. Al final, dirigieron una carta al alcalde y a los concejales con una franqueza conmovedora. En su carta nos cuentan cuanto les gusta su ciudad, lo felices que son jugando con sus amigos y paseando con sus familias. Sin embargo, entre líneas, también piden auxilio: nos hablan de lo difícil que es encontrar suficientes parques para jugar, de su deseo de ver más árboles en la ciudad para respirar un aire limpio, y de cómo, a veces, se sienten inseguros porque hay “monstruos” que les hacen daño.

En este contexto, hemos desarrollado un Proyecto de Acuerdo compuesto por 10 artículos que establecen una línea de acción clara y precisa. Pero, ¿qué significa para la ciudad y para quienes nos preocupamos por el bienestar de nuestros hijos? En primer lugar, es esencial entender que el núcleo de este acuerdo radica en la prevención del abuso sexual en niños, niñas y adolescentes. Las políticas públicas no pueden limitarse a ser reactivas; su propósito debe centrarse en anticipar situaciones de riesgo, educar y sensibilizar a la ciudadanía, y crear entornos protectores.

No basta con castigar a los responsables después de que el daño está hecho; la prioridad debe ser evitar que el abuso ocurra. Por ello, se concertó con la administración establecer una línea que complemente la actual política pública de prevención del abuso sexual infantil . Este enfoque garantizará que la prevención del abuso sexual en NNA (niños, niñas y adolescentes) se convierta en una política de ciudad, asegurando que este lineamiento perdure en el tiempo y trascienda las diferentes administraciones,para promover una protección continua y efectiva.

Un artículo de gran relevancia en el acuerdo está relacionado con la conmemoración del 19 de noviembre, Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil. A través de este mandato, no solo se establece un día de conmemoración, sino también una jornada en la que la ciudad rendirá cuentas a los niños y niñas sobre los avances en la prevención del abuso sexual infantil. Este día se convertirá en un recordatorio constante de que nuestra obligación es proteger a los niños todos los días del año, y no limitarse a una sola fecha.

Adicionalmente, se apuesta por una participación ciudadana activa, que incluye a niños, niñas y adolescentes, así como a padres, docentes y organizaciones civiles, en la formulación y ejecución de la línea de política pública. Esto no debe verse como un acto simbólico, sino como una estrategia esencial para construir redes de apoyo y vigilancia que, en la práctica, nos permitirán adelantarnos a los abusadores. El abuso sexual infantil es un problema que nos concierne a todos, y es fundamental que sepamos detectar las señales, denunciar y acompañar a las víctimas. Pero, sobre todo, debemos actuar para prevenirlo.

Quiero ser claro: está no es una tarea exclusiva del gobierno. La prevención del abuso sexual infantil requiere el compromiso de toda la sociedad. Debemos abrir los ojos, romper el silencio y hacer de la protección de la niñez una prioridad en nuestra vida diaria. No podemos seguir permitiendo que la vulnerabilidad de nuestros niños sea la oportunidad para que los abusadores actúen.

Hoy, con la aprobación en primer debate de este Proyecto de Acuerdo, damos un paso importante para garantizar que los niños y niñas vivan seguros en Bogotá. Sin embargo, no olvidemos que ellos necesitan más que promesas y leyes: necesitan un compromiso real de nuestra parte, que trascienda el papel y se materialice en acciones concretas en su vida cotidiana. Porque los niños ya nos lo han expresado, con esa sinceridad única que poseen: necesitan que los protejamos. Y es nuestro deber hacer todo lo posible para estar a la altura de esa gran responsabilidad.

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