Educar a los niños de hoy trae otros desafíos a los nuevos padres. Además, su educación exige demasiada atención en un mundo en donde se ven enfrentados a responder por temas laborales, las necesidades que demanda el hogar e incluso prestar atención a otros niños en casa.
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Intentamos resumir un tema extenso en una entrevista llena de palabras y observaciones informales, muy del día a día, para tratar de hablar en el lenguaje más sencillo. Invité a Blassina quien hace parte de la red de apoyo de grandes profesionales que consultamos en Vibra.fm, y dedica gran parte de su tiempo como especialista a ayudar a través de sus conocimientos a los nuevos padres.
Blassina Niño, lleva más de 25 años acompañando en procesos terapéuticos y formativos a cuidadores de primera infancia con un enfoque dinámico y gestáltico. Actualmente, es directora técnica del programa Semillas de Apego de la Universidad de los Andes, gestora de la Red de Terapeutas Orígenes; promotora de la igualdad de género y el respeto por los menores.
Mi percepción es que los niños de hoy “le pueden” a los papás, ¿esto es equivocado o cierto?
BN: El mundo actual avanza rápido y hay una sobreexposición a la información. Los niños y las niñas se adaptan a las condiciones en las que viven. Considerar que los pequeños de hoy están superando a sus padres y que la crianza en estos momentos es permisiva o no pone límites suficientes es una mirada estrecha a un fenómeno más profundo que habla de cómo viven las generaciones actuales.
¿Son iguales los niños de hoy a cuando fuimos niños? ¿Es decir, se educan y se corrigen igual?
BN: Ninguna generación es igual a otra, porque el mundo en el que vivimos es cambiante. Lo que los padres vivieron como niños es muy diferente a lo que vivieron como padres. Por ello, asumir la responsabilidad de acompañar a otro ser humano a crecer es un desafío que implica que el adulto revise su propia historia, se comprometa con respeto y comprenda que los menores no son un muñeco de barro para moldear.
¿Cuál es la manera de llegarles a la hora de corregirlos?
BN: Yo no creo que nadie pueda corregir a nadie. La verdad creo que desde el ejemplo vamos mostrando un camino, que nos equivocamos y que corregimos reconociendo y asumiendo lo que nos corresponde. Entender que a partir de cómo manejamos nuestro propio mundo emocional es que podemos ver el mundo emocional del otro y eso incluye a los más pequeños.
¿Darles un celular para que dejen de llorar o calmar su ansiedad es lo correcto?
BN: Si un niño o una niña llora es que está comunicando algo. Es difícil juzgar qué es correcto y qué no. Crecí en los años 80 sobreexpuesta a la televisión, cuando estaba inquieta o los adultos a cargo necesitaban mantenerme quieta me mandaban a ver televisión.
¿Qué diferencia hay con el celular de ahora?
Creo que el tema es indagar ¿Qué pasa? ¿Por qué está ansioso, molesto o con miedo? ¿Por qué llora? ¿Qué lo tiene triste? Hablar, preguntar y, sobre todo, observar para entender.
¿Cuándo uno ve que les entregan el celular y eso produce una cara de alivio en el niño, se hace lo correcto?
BN: es un alivio para el cuidador que se ve reflejado en el niño. Los pequeños solo sienten lo que tú sentías al ver televisión. Ahora los indicios de adicción a la tecnología están subiendo mucho... pero, el tema en cuestión debería ser: niñas y niños solos creciendo con la tecnología como cuidador.