Los tiempos de las Startups y de millonarios tecnológicos, debería ser el momento más accesible y apetecible del arte, porque en él reside una puerta enorme para encontrar esa epifanía diamantina con la que tantos sueñan…
PUBLICIDAD
Sin embargo, en un momento donde hay tantos asuntos que preocupan a la sociedad, en especial en economías emergentes; el arte parece condenado a ser la eterna cenicienta, sin príncipe a la vista… Cada día más alejado de las prioridades presupuestales, o envuelto en discursos tan complejos que, para la gran mayoría de los ciudadanos actuales luce como asunto complicado y suntuario: fuera de su alcance. Y lo que es aún peor: de sus necesidades. Circunstancia que amén de lamentable, es grave, porque el arte tiene una función capital en el desarrollo humano…
Así lo confirma la Declaración Universal de los derechos humanos en su artículo 27 cuando en su primer parágrafo dice: “Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.”. Sin embargo, es la misma experiencia la que puede llevarnos a comprobarlo; dado que quien se da la oportunidad de acercarse al arte con los sentidos dispuestos, desarrolla habilidades fundamentales para mejorar la calidad de vida, sobre todo, en tiempos de cambios vertiginosos como el actual. Un tema que por demás ratifican experiencias de líderes como Bill Gates y su extraordinaria colección de arte.
Sí, aunque nos parezca que la única manera de tener una vida más plena y satisfactoria está en la capacidad de adquirir bienes y servicios, realmente una de las habilidades más importantes que requiere el ser humano para su supervivencia y desarrollo pleno es: la capacidad de resolver problemas.
¿Y qué tiene que ver el resolver problemas con el arte? ¡Todo! Resulta que el arte es la creación humana que toca el alma humana, o sea, que nos sensibiliza, emociona, conmueve, más allá de las palabras y conceptos usados en la cotidianidad; favoreciendo con ello dinámicas expansivas de los sentidos, de la forma de ver el mundo y por tanto de sus posibilidades; poniendo en marcha con mayor fuerza al instrumento maestro del que han nacido desde los grandes descubrimientos hasta la respuesta a un impase cotidiano: la creatividad.
Sí, al reiterado contacto con el arte, la capacidad creativa del individuo se desarrolla, así como el pensamiento crítico; generando un mayor nivel de confianza en sus habilidades, una actitud más positiva ante la incertidumbre y en más de un puñado de casos hasta el desarrollo de vocaciones artísticas.
¿Y cómo acercarse a este depósito infinito de experiencias sensitivas que tantos beneficios trae?, primero: estando dispuesto a sentir, es la herramienta primordial para acercarse al arte. Segundo: dejándose sorprender; el arte viene de la incertidumbre y crea con ella. Tercero: sin prevenciones, no todas las obras lograran emocionar a todos, pero siempre habrá alguna en particular que nos toque.
Fórmulas que por supuesto obedecen a un abordaje primario, que con el paso de la experiencia ampliará sus posibilidades para cada espectador, pues se trata nada más y nada menos que de sumergirse en la memoria emocional de la humanidad. Esa que ha trascendido y trascenderá el tiempo, porque viene y va, desde y hacia una de las características más excepcionales de nuestra especie: la sensibilidad.
¿Dónde acercarse? Bogotá, y varias de las principales ciudades del país cuentan con museos, galerías, centros culturales y otros espacios de exhibición; pero además ahora Cine Colombia en su oferta de Cine Alternativo, a partir del 7 de julio en Bogotá, Cali y Medellín, ofrece la exhibición de productos cinematográficos de la más alta calidad que, nos permiten acceder a obras, historias y hasta infidencias de artistas de talla mundial como: Hopper, Cézanne, Mary Cassat y Vermeer. Una fantástica oportunidad de estimular la mente y el espíritu desde varias de las obras de arte más extraordinarias.
Elocuente ocasión para dejarse atrapar los sentidos por cada una de estas experiencias estéticas, cuya importancia práctica con certeza varios espectadores lograrán confirmar, y que retrató exquisitamente Pía Barragán -anfitriona de la premier en Colombia de estas proyecciones hace unos días- con una frase que tiene tanto de certeza como de epifanía: ¡Arte para expandir los territorios mentales!