El último partido del campeonato de fútbol profesional colombiano del primer semestre que se jugó entre Nacional y Millonarios adicional a la previa deportiva que por ser uno de los partidos más esperados históricamente fue importante y amplia, tuvo un sainete adicional sobre la posible televisación del partido en pantallas gigantes en parques de Bogotá y Medellín.
PUBLICIDAD
Lo primero que hay que decir es que se trató de una manifestación politiquera de los alcaldes de estas dos ciudades que atacan al fútbol de manera permanente y que solo cuando ven que un grupo enorme de personas está pendiente de este juego decidieron hacer algo.
Tan politiquero es, que la alcaldesa de Bogotá nada hizo para que la final que se jugaba en Bogotá el día siguiente entre los equipos femeninos de Santa Fe (de Bogotá) y América fuera televisada.
La respuesta de DIMAYOR y del canal que comercializa los partidos fue todavía más desafortunada, un no rotundo a cualquier posibilidad (en principio) de transmitir en pantallas un partido que desde hace más de 8 días estaba sobrevendido.
Me acordé de lo que la NFL, tal vez la liga profesional mas poderosa del mundo, hace semanas antes del Superbowl. Esta liga tiene un canal fabuloso para ver partidos y contenidos de fútbol americano. Para ganar adeptos “vende” el canal para el Superbowl dos o tres días antes y con una duración de poco más de dos días por un algo menos de un dólar. La ecuación es sencilla, a esa fecha nadie va a comprar un paquete completo para ver únicamente un partido, por otra parte a los patrocinadores les puede parecer muy atractivo tener muchos más televidentes y estos televidentes pueden decidir comprar el paquete completo la temporada siguiente. Sencillo, todos ganan, unos ven el partido, otros ganan audiencia y los patrocinadores exponen más y mejor sus productos.
No entiendo por qué la única forma de hacer negocio de ese canal es vender el paquete, con una programación bastante mediocre y con varios periodistas detestados por la mayoría de futboleros. El producto no puede ser solo el partido de fútbol o los partidos de fútbol, hay muchísimo alrededor de este deporte, pero requiere trabajo y sobre todo oír al cliente. Es tan pobre la trasmisión que los comentaristas no van al lugar del partido y los comentarios se reducen a recitar las estadísticas. Temas como que el 67,32% de los pases de tal jugador fueron adecuados no dice mucho y está en cualquier aplicación de apuestas.
Entendemos que el fútbol es empresa privada, pero sin la colaboración del estado no puede desarrollarse, el partido del pasado sábado requirió de una cantidad enorme de fuerza pública solamente para que los dos equipos llegaran tranquilamente en sus buses al estadio. Adicionalmente, el campín es del estado.
Me parece torpe la actuación de la DIMAYOR y el fútbol colombiano al retar al estado e indicar que pueden sobrevivir solos y que el estado es indeseable. En países como España hay una ley que indica que un partido de fútbol de cada fecha será de interés general y se debe trasmitir abierto.
Adicionalmente, la programación de los partidos aparte de caótica carece de toda lógica, es claro que no se pueden jugar todos los partidos de manera simultánea, pero hay programaciones que francamente no se entienden, con partidos en días y horas totalmente impensadas para ver fútbol. Adicionalmente se cruzan permanentemente con torneos internacionales en los que participan equipos colombianos y peor, con partidos hasta del mundial de fútbol como ocurrió en diciembre pasado.
Ni que decir de lo que les pagan a los clubes, con el esquema actual seguiremos siendo una de las ligas más pobres del planeta, por debajo de aquellas que consideramos menores a la nuestra como la ecuatoriana o la peruana. Esquema que premia a los malos y a los mediocres y a los buenos, a aquellos que ganan y prenden televisores los trata como si jugaran en la segunda división.
Es difícil manejar una empresa de manera tan errática como lo hace el canal de fútbol profesional colombiano; parecería que la intención inequívoca de quien o quienes dirigen esa entidad es hacer incómoda para periodistas, seguidores y deportistas cualquier actividad.