Con cada cambio de gobierno en Colombia, la idea de que nos enfrentamos a acontecimientos únicos en la historia republicana de este país se convierte en una narrativa para seguidores y contradictores. Con el gobierno de Petro hemos visto a sus más fervientes seguidores decir que por primera vez el jefe de estado visita una región o por primera vez se están ejecutando acciones que ya se hicieron en pasadas administraciones, algunas veces cierto, otras veces una completa mentira. Sin embargo, lo más destacable es que para periodistas, políticos y ciudadanía que no comulga con las ideas del gobierno, existe la idea de que nos encontramos ante el abismo y la democracia peligra como nunca había peligrado antes.
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Frases como la de Luis Caros Vélez donde afirma “Gustavo Petro es el presidente que más ha atacado la prensa en la historia de Colombia”, o aseveraciones como las de Miguel Uribe donde dice “Estamos ante el escándalo político más grande de Colombia”, demuestran el afán que existe por instaurar una narrativa completamente alarmista que no corresponde con los sórdidos antecedentes en Colombia. Del congresista Miguel Uribe se puede entender porque en política el juego del opositor consiste en el constante desprestigio del gobierno de turno, con o sin ninguna razón; pero las frases de Luis Carlos Vélez, quien funge como periodista, pone en entredicho su conocimiento sobre la historia de Colombia. Y ni hablar de lo que uno puede ver en redes sociales por parte de “influenciadores” y la ciudadanía, allí la magnitud de los acontecimientos no se mide con ponderación y el sosiego necesario.
Es por ello que llegué a la conclusión de que el 7 de agosto del 2022 la historia de Colombia inició oficialmente. A partir de ese momento muchas personas marcaron esa fecha como inicio de los acontecimientos en esta patria, no boba pero sí olvidadiza. De ser cierta la hipótesis, sería interesante que quienes aseguran que estamos atravesando nuestra primera vez en todo, declaren de una vez el cambio del calendario Gregoriano por el calendario Petroriano: sería buenísimo tanto para los seguidores que afirman el inicio del primer gobierno con ideas de izquierda, como para quienes afirman que por primera vez la democracia en Colombia se tambalea y se encuentra al borde del abismo.
Pero para quienes creen que Colombia se encuentra recorriendo los caminos del golpe a la democracia, especialmente en el tema de ataques a la prensa, es bueno citar al historiador Felipe Arias Escobar quien nos recuerda de manera general y por medio de un tuit, cómo los gobiernos de Caro, Reyes, Ospina, Gómez, Rojas y Uribe fueron particularmente enemigos de un sector importante de la prensa, realizando presiones directas desde Casa de Nariño, ¿o ya se nos olvidó por qué fue necesario acabar con el DAS? El problema de Petro es ser un presidente tuitero sin el sentido de proporcionalidad que le da el poder que ahora ostenta, el presidente de una nación no puede en ninguna circunstancia presentarse como analista o crítico de medios. Lo que debe hacer el presidente es guardar sus opiniones acerca a los medios de comunicación y no tuitear porque la asimetría de poder frente a los periodistas, independiente del medio, es una realidad. Pero incluso con lo anteriormente nombrado, el hecho de tener un presidente de cabeza caliente y dedos ligeros, no significa que estemos frente a un gobierno particularmente rabioso y con la idea de realizar acciones en contra de la prensa.
En cuanto a si hemos asistido al mayor escándalo político de la historia de Colombia, la respuesta rápida debería ser no en un país donde la palabra escándalo se convirtió en paisaje. Pero me tomaré el atrevimiento de solo nombrar 3 situaciones políticas más escandalosas que lo que actualmente estamos viendo: el primero y que se puso de moda otra vez, el proceso 8000; en segundo lugar, las chuzadas del DAS en el que incluso se llegó a interceptar a las Altas Cortes; la Parapolítica con el 60% del Congreso elegido con ayuda de grupos al margen de la ley y, sumado a ello, que a día de hoy un ex Comisionado de Paz siga fugitivo porque no puede explicar la falsa desmovilización de la que se le acusa. Solo me remito a estos temas puntuales porque son los más recientes que podemos tener, pero a través del Siglo XIX y Siglo XX podríamos encontrar más hechos, un ejemplo pequeño, hagan el ejercicio de poner el Google el concepto de la “ventanilla siniestra” y piensen detenidamente sobre aquel hecho junto con sus implicaciones hoy en día. Y quiero dejar claro que la situación del escándalo que empezó con un supuesto robo a la ex Jefa de Gabinete es susceptible a convertirse en algo mucho más escabroso, en Colombia nada se puede descartar rápidamente.
Para terminar y parafraseando al abuelo de Miguel Uribe, si vamos a pensar sobre lo que está pasando en Colombia, hagamos análisis “en sus justas proporciones” sobre las implicaciones y no nos dejemos llevar por el ruido mediático de la sociedad del espectáculo y las noticias que buscan atraer clicks, estamos viviendo acontecimientos graves que deben ser investigados y sin embargo, la historia de Colombia no empezó hace un año.