Opinión

El amigo del presidente y la retractación

Mar Candela escribe sobre Hollman Morris, quien la denunció por hablar sobre el “tema de violencia intrafamiliar que fue estrepitoso a nivel nacional y por tanto afecta su marca política”

La historia con Hollman Morris aún no concluye. Tengo que confesarles que me causa absoluta pereza gastar un minuto de mi tiempo escribiendo sobre él, porque en el fondo siento que no merece más un minuto de mi tiempo una persona como él. Llevo muchos meses callada y no me he sentido cómoda con ese silencio, basado en el miedo como si yo fuera una delincuente.

Esta nota del día de hoy la hago con el ánimo de no dejarme comer por el miedo, como me ha pasado todo este tiempo. Soy periodista y ciudadana y hago mis columnas y mis programas basada en mis derechos constitucionales. Y en temas que contribuyen al periodismo para el desarrollo social y el crecimiento humano y por hacer esto Morris decidió denunciarme por haber tocado aquel tema de violencia intrafamiliar que fue estrepitoso a nivel nacional y por tanto afecta su marca política. Dicho proceso en mi contra no ha avanzado más allá de citarme a una audiencia de retractación, la cual me negué a hacer.

Pongo en contexto: Presento el programa “Mujer y Sociedad” vía Publimetro. Es un espacio periodístico dedicado a hablar de la realidad del país con perspectiva de género y enfoque diferencial, haciendo énfasis en las denuncias como una manera de acompañar a las mujeres en este difícil proceso de encontrar justicia. Es así como el 5 de febrero de 2019 entrevisté para el programa a Lina Marcela Castillo, una mujer que públicamente denunció a Morris por acoso. Y posteriormente el 25 de marzo del año 2019 entrevisté a Patricia Casas, su exesposa quien también lo había denunciado por violencia intrafamiliar.

Vea acá la entrevista a Lina Castillo

Vea acá la entrevista a Patricia Casas

Allí se habló de lo que ya otros medios habían hablado. En ese momento el caso iniciaba y lo único que hice fue darles espacio a dos de las mujeres que señalan que él es un maltratador. Cumplí con mi trabajo periodístico y como hago opinión. Expuse mis opiniones basadas en el diálogo.

Hoy no tengo intenciones de dar todos los detalles de las cosas que dije de forma castiza, pero de ninguna manera mentirosa. En su momento no se dijo nada que no tuviera soporte.

Después de un tiempo el señor Hollman Morris me exigió retractación porque según él yo tenía que hacer un programa, con el mismo tiempo que hice los programas anteriores, para resarcir el daño a su buen nombre. No soy la primera mujer a la que él confronta jurídicamente. Otras ya han hablado e incluso han ganado los procesos. Me quedé callada todo este tiempo porque cuando él decidió meterme en un proceso jurídico, mi mamá tenía unos días de haber fallecido y no tenía cabeza para pelear. Sin embargo, he tenido tiempo largo para pensar y concluir que quedarme callada significa concederle a él mi miedo, y es algo que no quiero seguir haciendo de ninguna manera.

Pueden consultar en Google lo que he dicho. Lo más incómodo que he escrito, son algunos trinos que ya no sé dónde están, pero que él decidió atesorar y usarlos como evidencia de mi supuesta injuria y daño a su buen nombre. Existe un trino donde yo afirmé que me parecía que era “un sociópata psicológico”; y en algún otro dije que era “un simio descerebrado”. Ya no recuerdo cuantos trinos más, poco ortodoxos, escribí sobre él en el marco de las denuncias.

No sé si algún juez de la República me obliga a retractarme de haber dicho que es un “simio descerebrado” o de que pienso que es un “sociópata psicológico”. Así como yo opiné eso, cualquier otra persona puede pensar lo contrario y eso hace parte de la democracia en que vivimos. No se si alguno de los trinos que envié ameritan un proceso jurídico, no sé si tenga que ofrecerle disculpas a Hollman por decir lo que pienso de él, pero lo que sí sé es que en ninguno de los programas que hablé de su caso dije cosas que no estuvieran sustentadas con la fuente. No soy juez de la República para dictaminar la culpabilidad de Morris y su respectiva sanción. Solo una periodista que dio voz a las personas que lo denunciaban. Incluso varias de las cosas que salieron en ese programa, él las ratificó en una entrevista en otro medio de comunicación con la periodista colombiana Vicky Dávila.

Estoy tranquila de no haber hecho un programa con saña, sacado de la manga. En su momento, dos mujeres denunciantes dijeron, de manera libre, todo lo que quisieron referente a sus casos. Lo único que hice fue decirle a Hollman Morris que yo estaba del lado de las mujeres y que consideraba que no era ético que hiciera política teniendo estos casos abiertos.

Sé que en su momento esos casos fueron dados a conocer, no solamente en mi programa. Y yo, como periodista y feminista, me puse del lado de las mujeres. No de forma caprichosa sino de una forma ética basada en lo que ellas estaban diciendo, porque por ética le creo a las mujeres hasta cuando se compruebe lo contrario. No serví de testigo, ni en ninguna forma dije que yo había presenciado los acontecimientos. Su caso fue un escándalo nacional cubierto por varios medios.

Si el señor Morris quería la retractación de lo que se dijo ahí, tenía que pedírselo a las denunciantes. No a mí, porque lo único que hice fue prestar un espacio y confiar en las mujeres.

No tengo nada de que retractarme. Si en algún momento el fallo del juez dice que Hollman Morris es inocente, yo tendré que decirles a ustedes que actué como éticamente me correspondió. Acompañé a Lina y Patricia, les creí. Denuncié que Morris es presuntamente un maltratador de mujeres, porque fue acusado como tal, y por esa razón es una persona que no puede hacer política. Lo dije esa vez y lo digo: Hollman, mientras tenga que resolver estos asuntos, no debería hacer política. Critiqué fuertemente a Petro por apoyarlo en su campaña, cuando Hollman debería resolver sus asuntos antes de hacer cualquier campaña. Porque en teoría él es defensor de derechos humanos y a los defensores de derechos humanos moralmente se nos demanda un poco más que a cualquier otro ciudadano

Es injusto pasar por esto debido a cumplir con mi deber. El señor es periodista y sabe perfectamente lo que es para un periodista enfrentar procesos judiciales absurdos por hacer su trabajo. Por ahora sólo les puedo decir, gente querida, que estoy esperando a ver qué sucede con esa denuncia, que, aunque me incomoda, me parece absolutamente injusta y de alguna manera me ha estado atemorizando, no puede ser la razón por la cual yo empiece a autocensurarme. No he mentido, no me he inventado ningún tipo de información. Las cosas que se hablaron en este espacio, sobre Hollman Morris, se hicieron respaldadas con fuentes que dieron la cara públicamente

Aún sigo opinando que el periodista Hollman Morris es una persona incoherente que no debería tener un cargo de funcionario público o cualquier cargo político. Ningún político debería estar ejerciendo, si hay procesos de investigación jurídicos. Esto no es nada personal pienso que ni él ni nadie debería hacer política, o tener un cargo de funcionario público, si tiene denuncias y demandas por algún tipo de delito. Recordemos que la violencia intrafamiliar y la violencia de género son delitos y no son asuntos privados. Son asuntos de interés público, máxime si eres una figura pública, debes entender que, si está siendo investigado por violencia intrafamiliar, algún otro tipo de violencia, o cualquier otro delito, tú deber es esperar que se esclarezcan los hechos antes de pretender continuar con tu vida política como si nada.

Cuando me negué a retractarme en una conciliación, Morris me dijo con tono intimidante que iba a ir hasta las últimas consecuencias jurídicas. Yo confío en la justicia sé que no he cometido ningún delito. Como lo reiteré, al iniciar esta columna, soy periodista y ciudadana ejerciendo mis derechos constitucionales y para mí es muy importante contarles a ustedes lo difícil que es acompañar las denuncias, porque siempre estamos expuestos a personas que quieren atentar contra nuestro mayor tesoro, que es la credibilidad. Me sorprende entonces que Hollman Morris, siendo periodista, use la herramienta de persecución jurídica en contra de otro periodista.

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.

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