Opinión

Un parto no planeado pero decidido

Debemos apoyar el derecho a decidir de toda mujer, en todos los aspectos de su vida, y para eso es fundamental hablar claro. A muchas mujeres un embarazo adolescente les arruina la existencia y a algunas otras, no: Mar Candela

Angélica González Angélica González

Por difícil que nos parezca comprenderlo, algunas adolescentes, aunque no están listas para parir, quisieran tener apoyo para hacerlo. Sabemos que no son pocas y que nuestro deber es educar para que desaparezcan los embarazos adolescentes, apoyar los abortos decididos y también acompañar a las jóvenes que por las razones que sea, asumen su parto no planificado. Testimonios de adolescentes madres ayer, que son mujeres exitosas hoy no son pocos, como tampoco testimonios de adolescentes que abortaron y están tranquilas con esa decisión.

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Lo importante es decidir a conciencia siempre con el acompañamiento idóneo sea cual sea la decisión.

Colombiana, de Bogotá, forjó su carácter en un magnífico matriarcado y con un parto a muy temprana edad, pasó por todo tipo de retos y dificultades que podrían haberla hecho desistir. Pese a eso, ella siguió su rumbo.

Les hablo de Angélica González, de 42 años, actriz colombiana, madre cabeza de hogar, guionista, actriz de cine y televisión, el teatro es su mayor pasión. Después de la pasión de ser la madre de una joven emprendedora que heredó su valentía y coraje para enfrentar la vida, María Camila Quiceno González, hoy una mujer de 25 años, ayer una beba.

Los ojos de Angélica verdes, grandes y expresivos, poseen una mirada que irradia tranquilidad, seguridad y empatía. Ella inspira autoestima. No solo por el hecho de ser una mujer impecable y con buena presencia, dentro de los estereotipos sociales, ella aplica obedientemente a las exigencias estéticas y eso tiene que ver muchísimo con el medio laboral en el que se desempeña, el cual es más exigente en esas cosas que otros medios, no obstante no es solo eso lo que inspira autoestima.

Angélica desde niña se apasionó por el teatro, al hacerse bachiller en el ano de 1993 en el colegio La Merced, se propone convertirse actriz; con tan solo 16 años, empezó su recorrido en el arte y ese mismo año se presenta e ingresa a la universidad siendo la menor de la clase.

Paradójicamente, ella es la menor de siete hermanas.

La ASAB (Academia Superior de Artes de Bogotá) que para esas fechas contaba con pocos años de existencia como la sede de artes de la Universidad Distrital de Bogotá, se convirtió en su segundo hogar. Allí día tras día se reencontraba con su vocación. Ese mismo año quedó en embarazo de la pareja de ese momento, quien era muchos años mayor. Ese embarazo fue su mayor miedo debido a crecer sin padre, ya que su padre Salvador Gonzales Espitia falleció en su infancia.

Se le ilumina el rostro al afirmar que su hogar ha sido espiritual y que siempre contó con el apoyo de su mamá, María Inés López, y de sus hermanas.

Para Angélica, su madre es el faro moral de sus caminos, fue quien la ayudó a ser una madre adolescente responsable, primero con el ejemplo que ella le dio y segundo con su respaldo continuo. El padre de su hija Camila no sería respaldo a Angélica en su desarrollo profesional, o por lo menos o como actriz. La señora Inés, pese a esta circunstancia, la apoyó y la impulsó. Gracias a la crianza de su mamá entendió que ser mujer no significa que tengamos que someternos a un hombre y mucho menos pensar en el qué dirán; además, asumió que ser mamá no es solo poner un útero y salir de un parto, sino acompañar el proceso de una persona desde el día de su nacimiento y por siempre, sobre cualquier circunstancia.

Aunque contó con respaldo familiar, el parto de su hija también fue su nuevo nacimiento, nació la madre que sería Angélica. No una mamá y papá al mismo tiempo, sino una súper mamá que no es súper mujer, que es humana ,sintiente y temerosa… y que no reemplazaría al padre de su hija pero sería una madre al cuadrado.

Cuando se convirtió en mamá llegaron muchas responsabilidades, a ella no le quedó de otra que llevarse a Camila a los ensayos porque no tenía quien la cuidara, por eso, afirma que su hija se convirtió en una crítica del teatro porque desde muy pequeña vivió en los escenarios casi todos los días.

Angélica, al terminar sus estudios en esta academia, se dedica a hacer teatro junto con su grupo, el cual se llama Nuevo Horizonte que en ese momento era conformado por seis hombres y dos mujeres. Para los años 2002-2003 el Ministerio de Defensa hace una convocatoria de grupos de teatro donde escriban y monten una obra respecto a la situación actual del país, para concientizar un poco más a la sociedad que en ese momento se refería a lo que eran grupos armados y mostrar qué consecuencias traería esto a sus vidas.

Para este momento escriben una obra llamada Reflexiones de Trinchera y la presentaron en la Casa de Nariño donde quedan seleccionados y empieza la odisea de llevar un mensaje a la población. Tenían que viajar a las zonas rojas a llevar el mensaje a todo tipo de público. Ésta obra se basaba en la historia de los soldados, en el monte y la guerrilla, la idea era hacer la representación como ser humano, dándole una identidad ya que ,a pesar de estar involucrados con armas siguen siendo personas.

Al cerrar ese ciclo de su vida, con su socio empezó un nuevo proyecto de obras sociales, empezaron con los niños pequeños de jardín sobre el respeto a sus partes íntimas para que fueran conociéndose y así mismo darnos cuenta que normalmente los niños están siendo abusados por personas cercanas en su casa, y fue de ese modo que ellos poco a poco descubrieron uno que otro caso junto con la psicóloga que los acompañaba en este tipo de obras. 10 años atrás empezó a buscar nuevas propuestas, llego a la televisión, y en la televisión encontró otro, Sin dejar el teatro.

Antes de la pandemia alcanzó a escribir la obra que montó en Mitú junto con su socio, Alfonso Rojas, donde hablaban de la violencia de género y el suicidio de los jóvenes centrado en esta parte del país.

Las complicaciones de la vida no le impidieron ser la persona que hoy es, con su historia demuestra que a la vida hay que impulsarla en cuanto a la realización personal ya que nada llega sin una cuota de esfuerzo a pagar. Para Angélica el embarazo adolescente con el apoyo idóneo nunca será la piedra en el zapato para la realización integral de una mujer. Mas allá de todo lo superfluo . Es su vida la que habla, nos habla de amor propio sin discursos.

La pandemia no fue indiferente a esta historia:

Angélica ha sido una mujer ave fénix, el “motor” de su vida fue, es y será Inés, su madre, y la pandemia Covid-19 se la llevó a la edad de 84 años .

En este momento, su hija Camila es su mayor punto de apoyo.

Antes de que la abuela partiera de este mundo, Camila tuvo la grandiosa idea de montar una pastelería para Inés, llamada Délice Inesita. Desafortunadamente unos meses antes de lanzar la página esta señora vigorosa sale positivo en prueba COVID-19. Antes de eso Inés fue hospitalizada, los doctores decían que no tenía ningún avance positivo al pasar los días, y fue por esa razón que, a la semana siguiente, el día 9 de noviembre, el mundo de Angélica y de su familia se vino abajo, su madre, su compañera de vida había fallecido.

Unos meses después María Camila y Angélica lanzan la página en memoria de esta gran mujer, es una promesa que su nieta había hecho y que empezó a cumplir con la mano de su mamá. La página tuvo éxito, el propósito principal es llevar la alegría de Inés a todos los hogares.

Luego de vivir esta calamidad, Angélica pausa sus proyectos, poco después le llega una propuesta que después de pensar unos días acepta, confiando en que todos estaban libres de este virus, es ahí, cuándo unos días después nuevamente empieza a sentirse muy mal, al realizar su primera prueba de COVID sale negativa, y se tranquiliza , su hija para esos días tenía programado un viaje así que, se fue y ,unos días después Angélica empeoró a tal punto que a los quince días cuando Camila vuelve, empieza a tener una tos tan fuerte hasta sentir que se ahoga y su hija la lleva al hospital.

Como sus resultados habían salido negativos ella estaba confiando en que fuera una gripa, los doctores deciden ponerle oxígeno al momento de ser ingresada y realizarle otra prueba, nuevamente sale negativa, aunque sus plaquetas parecía decir lo contrario. Llegaron a hacerle hasta 5 pruebas y la última fue la que arrojó el verdadero diagnostico de COVID-19 positivo, ella se agravó.

En esta crisis, ella afirma que tuvo un proceso espiritual, en un momento su cuerpo reacciona y al abrir los ojos mira la hora y eran las 11 de la noche, además ve que la persona que está sentada al lado suyo es su madre, en este transcurso de sucesos llega un momento donde luego de seguir a un hombre en sandalias puede reaccionar y se levanta empapada de sudor, al mirar nuevamente la hora nota que son las 4 de la mañana y para ella fue como si hubiera pasado un minuto.

Luego de todo esto, es dada de alta del hospital, pero sigue siendo tratada con medicamentos y demás porque como bien hemos sabido, este virus ataca muchas cosas del cuerpo, y afecta física y psicológicamente a la persona, Angélica hace aproximadamente un mes dejó de utilizar oxígeno, cuenta que todavía siente que está en la montaña rusa, que hay días que está bien y unos que no. Para Angélica ser madre adolescente fue muy difícil pero no se arrepiente ni un solo día de haber hecho uso de su derecho a decidir ,parir su madre asumió siete partos con orgullo y hoy su única hija es si mayor punto de apoyo , ella siente que todo lo vivido forjo su carácter y con orgullo hace gala de todos sus éxitos , comenta que , existen personajes que han marcado su vida para siempre por ejemplo Nelly en la serie a corazón abierto es el personaje que más le atravesó el alma , una enfermera feminista , que la tildaban de problemática, siempre se interesaba por el bienestar de las mujeres en el hospital. Aunque hay muchos personajes, ella siempre trabaja en torno de la construcción de mujeres reales en la ficción. Y estar desde siempre en un matriarcado ha sido clave para esa sensibilidad.

Colofón: Promover el derecho a decidir sobre un parto implica entender la realidad de esta problemática como algo no homogéneo; en el caso de Angélica, ella no se arrepiente un solo día de su vida por haber parido, su hija es su mayor amiga y soporte, y orgullosa habla de su maternidad como parte del proceso que forjo su carácter y como un regalo magnifico que le ha dado la vida. Si estás embarazada solo tu y nadie más que tu tiene la potestad de decidir sin embargo esa responsabilidad tiene que ir acompañada de absoluta conciencia. No todos los casos son iguales.

Aquí pueden conocer este emprendimiento femenino de madre e hija:

Aquí puedes conocer un poco a Angélica en Instagram:

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