El gobierno de Venezuela anunció este lunes una nueva reconfiguración de su presencia diplomática internacional con el cierre de sus embajadas en Noruega y Australia, y la apertura de nuevas representaciones en Zimbabue y Burkina Faso. La medida, según informó el Ejecutivo de Nicolás Maduro, hace parte de una “reasignación estratégica de recursos” y de un plan para “fortalecer las alianzas con el sur global”.
El anuncio se da tres días después de que la opositora María Corina Machado fuera galardonada con el Premio Nobel de la Paz, hecho que ha generado reacciones internacionales divididas y un incremento en la tensión entre Caracas y algunos gobiernos occidentales.
Atención consular será redireccionada
Según el comunicado oficial, la atención a ciudadanos venezolanos en los países donde se cierran embajadas no será interrumpida, sino asumida por “misiones diplomáticas concurrentes, cuyos detalles se anunciarán en los próximos días”.
El Ejecutivo destacó que esta decisión forma parte de su política exterior independiente y como una reafirmación de su postura frente a las potencias tradicionales:
“Venezuela ratifica que estas acciones reflejan su voluntad inquebrantable de defender la soberanía nacional y contribuir activamente a la construcción de un nuevo orden mundial, basado en la justicia, la solidaridad y la inclusión”, afirmó el Gobierno.
África gana protagonismo en la estrategia internacional de Caracas
La apertura de nuevas sedes diplomáticas en Zimbabue y Burkina Faso responde, según el comunicado, al interés de Caracas por estrechar lazos con naciones africanas que comparten historia de resistencia anticolonial y posturas comunes frente a la hegemonía internacional.
“Estas embajadas servirán como plataformas clave para impulsar proyectos de cooperación en agricultura, energía, educación, minería y otras áreas de interés común”, se indicó.
Escalada diplomática tras elecciones de julio
Tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio de 2024, en las que el Consejo Nacional Electoral dio como ganador a Nicolás Maduro, Caracas rompió relaciones diplomáticas con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, países que no reconocieron los resultados oficiales.
El retiro de embajadas en Noruega —país clave en los fallidos procesos de diálogo entre el gobierno y la oposición— coincide además con una nueva fase de tensiones con Estados Unidos. Desde agosto, el gobierno venezolano ha calificado como “amenaza” la presencia de fuerzas militares estadounidenses en el Caribe, mientras que Washington argumenta que su despliegue responde a operaciones contra el narcotráfico regional.