El representante a la Cámara, Miguel Polo Polo, respondió públicamente este 10 de octubre de 2025 tras ser citado por la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, en una investigación relacionada con la polémica acción que protagonizó en noviembre de 2024: arrojar a la basura unas botas plásticas que simbolizaban a las víctimas de ejecuciones extrajudiciales, conocidas como falsos positivos.
La denuncia en su contra fue presentada por organizaciones de víctimas y defensores de derechos humanos, quienes interpretaron el gesto como una ofensa directa a las Madres de Soacha y otras familias afectadas por estos crímenes de Estado.
Frente a los medios de comunicación, Polo Polo aseguró que no tuvo la intención de herir la memoria de las víctimas ni el dolor de sus familias. “Reconocemos que sí existieron falsos positivos. No nos hemos metido nunca con las madres. Mi rechazo fue hacia un uso político de esta tragedia”, afirmó.
Según su explicación, las botas fueron instaladas en la Plaza Núñez, cerca del Congreso, como parte de una protesta que él interpreta como una reacción a las arengas contra el presidente Gustavo Petro durante un evento deportivo en Antioquia. Afirmó que el presidente utilizó el tema de los falsos positivos para desacreditar a sus opositores.
El congresista también reiteró su escepticismo sobre la cifra de 6.402 víctimas, reconocida por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), afirmando que no todas las personas incluidas en esa estadística están debidamente identificadas. “Lo que criticamos es que se inflen cifras para hacer política. No cuestionamos que hubo víctimas”, señaló.
La Corte Suprema continúa evaluando si hubo alguna conducta delictiva en el actuar de Polo Polo, en especial por posible afectación al derecho a la memoria y la dignidad de las víctimas.
Por ahora, el caso sigue en etapa preliminar, mientras aumentan los llamados desde sectores sociales y políticos a respetar los símbolos de las víctimas del conflicto armado en Colombia.