Israel y el grupo islamista Hamás llegaron a un acuerdo preliminar sobre el plan para Gaza impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, marcando un avance en las negociaciones para el fin del conflicto que ha devastado la región desde octubre de 2023. Este acercamiento histórico deja el peso de la negociación en los detalles de su implementación, donde aún persisten incógnitas y desafíos políticos.
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La primera etapa del acuerdo contempla la excarcelación de cerca de 2.000 presos palestinos a cambio de la liberación de 48 rehenes israelíes retenidos por Hamás. De acuerdo con fuentes israelíes, se estima que solo 20 de los cautivos seguirían con vida.
Trump celebra el “gran día” tras pacto entre Israel y Hamás para liberar rehenes y prisioneros
En el marco de las negociaciones indirectas que se desarrollan en Egipto, Hamás confirmó haber entregado la lista de prisioneros que espera que sean liberados, aunque Israel aún no se ha pronunciado oficialmente sobre ella. Según un miembro del buró político del grupo islamista, 250 de los liberados son presos condenados a cadena perpetua, mientras que 1.700 fueron detenidos en la Franja de Gaza tras los atentados del 7 de octubre de 2023.
La primera fase del plan también incluye la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y una retirada técnica del Ejército israelí hacia la llamada “línea amarilla”, un perímetro de seguridad establecido a entre 1,5 y 6,5 kilómetros de la frontera entre Gaza e Israel. En esta nueva configuración, los soldados israelíes permanecerán en el enclave, pero sin presencia directa en los núcleos urbanos.
Cronograma de implementación
El Gobierno israelí se reunirá este jueves para ratificar oficialmente el acuerdo, y si no hay contratiempos, la retirada de las tropas se realizaría en las primeras 24 horas posteriores a la aprobación. En las 72 horas siguientes, se llevaría a cabo la liberación simultánea de rehenes y prisioneros, bajo supervisión internacional.
Por su parte, Donald Trump expresó su confianza en que el intercambio humanitario se concrete antes del lunes, y adelantó que planea viajar a la región el domingo, siempre que las negociaciones avancen según lo previsto. El mandatario estadounidense ha aprovechado el contexto para reiterar su aspiración al Premio Nobel de la Paz, que se anunciará este viernes, recordando que en 2009 el reconocimiento fue otorgado a su antecesor Barack Obama.
Segunda fase y hoja de ruta de Trump
El plan completo de Trump, anunciado en la Casa Blanca el 29 de septiembre junto al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, consta de 20 puntos y propone que Gaza sea administrada por un comité tecnocrático supervisado por una “Junta de la Paz” internacional presidida por el propio Trump. Este organismo incluiría al ex primer ministro británico Tony Blair y representantes de países aliados.
El documento establece además que una Autoridad Palestina reformada tomará el control administrativo del enclave. Hamás y otras facciones armadas no podrán gobernar Gaza ni directa ni indirectamente, y se implementará un proceso de desmilitarización supervisado por observadores internacionales.
El plan contempla también un programa de reconstrucción económica para atraer inversiones internacionales y reconstruir la infraestructura devastada tras meses de guerra. Trump declaró que su objetivo es que “Gaza sea reconstruida y se convierta en un ejemplo de desarrollo para el mundo árabe”.
Sin embargo, la reunión del gabinete israelí y el voto de ratificación se centran únicamente en la primera fase del plan, por lo que se anticipan nuevas negociaciones para abordar los aspectos políticos, administrativos y militares de las fases siguientes. Aún no se ha definido un calendario claro para el retiro total de las tropas israelíes, que, tras alcanzar la línea amarilla, seguirán controlando aproximadamente la mitad del territorio de Gaza.
Expectativa internacional y reacciones
El anuncio fue recibido con optimismo cauteloso por la comunidad internacional. Trump calificó el acuerdo como “un GRAN DÍA para el mundo árabe, Israel, las naciones vecinas y Estados Unidos”. Por su parte, Netanyahu celebró el pacto como “un gran día para Israel”, destacando que abre la puerta a una posible estabilidad regional.
El presidente palestino Mahmud Abás expresó su esperanza de que este avance “permita una solución política duradera” al conflicto, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acogió el anuncio con satisfacción, instando a su implementación sin demora. También los líderes de Francia, Emmanuel Macron, y del Reino Unido, Keir Starmer, manifestaron su respaldo al proceso y su confianza en que este primer paso pueda conducir a una paz sostenible en Oriente Medio.
Aunque el camino hacia la paz definitiva aún parece largo, el acuerdo entre Israel y Hamás representa el primer avance tangible en meses de confrontación. Los próximos días serán decisivos para determinar si el plan de Donald Trump para Gaza marca el inicio del fin del conflicto o si se convierte en un nuevo capítulo de las complejas tensiones políticas y humanitarias que han caracterizado la región.