Una operación del Ejército Nacional permitió la liberación de dos personas que habían sido secuestradas tras ser engañadas con una aparente oportunidad de empleo. El caso, que involucra a un ciudadano peruano y se registró entre los municipios de Pacho y Zipaquirá, Cundinamarca, ha generado preocupación por el uso de métodos cada vez más sofisticados para atraer víctimas.
Las víctimas fueron citadas inicialmente en Pacho, donde supuestamente iban a ser entrevistadas para un trabajo. Sin embargo, al llegar al lugar, fueron capturadas y trasladadas a la vereda Alto el Águila, en Zipaquirá, donde sus captores exigieron una suma de hasta cinco millones de pesos para dejarlas en libertad.
Operativo del Ejército evitó una tragedia
El rescate fue ejecutado por el grupo de caballería mediano número 3 del Ejército, adscrito a la decimotercera brigada, como parte del Plan Ayacucho. La intervención se dio luego de que un habitante del sector alertara a las autoridades sobre la presencia sospechosa de personas retenidas en la zona.
“La liberación se hizo posible gracias a la oportuna denuncia de un ciudadano del sector donde se encontraban las víctimas”, reportó el Ojo de la Noche de Blu Radio y Noticias Caracol.
Los criminales se identificaron como miembros del Clan del Golfo, una estructura criminal que ha sido vinculada con múltiples delitos en la región. Entre los secuestradores se encontraba un sujeto conocido con el alias de ‘Topo’.
El ciudadano de nacionalidad peruana, una de las personas liberadas, reveló que fueron amenazados con armas y presionados para entregar el dinero exigido.
“Los captores los habían amenazado de muerte si no pagaban un total de cinco millones de pesos”, señaló el Ojo de la Noche.
Robo en Usaquén: capturados en plena fuga
En otro hecho delictivo registrado por el Ojo de la Noche, la Policía logró capturar a una banda que robaba autopartes y computadores en la localidad de Usaquén, Bogotá. Un video grabado por un ciudadano permitió identificar a los delincuentes mientras cargaban piezas robadas en un vehículo.
Gracias a la activación del plan candado, el vehículo fue interceptado cerca de una clínica reconocida del sector. Los delincuentes intentaron huir a pie, pero fueron detenidos tras una persecución que contó con el respaldo de la comunidad.

