Los dramáticos videos de Manuela Bedoya y Luna Barreto, dos jóvenes colombianas que formaban parte de la Flotilla Global Sumud, han sacudido a la opinión pública nacional e internacional. Ambas mujeres, integrantes del barco HIO, enviaron mensajes en los que aseguraron haber sido secuestradas en aguas internacionales tras la intercepción de Israel a la misión humanitaria que se dirigía hacia la Franja de Gaza.
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“Si estás viendo este video he sido secuestrada por las fuerzas de ocupación sionistas”, expresó Luna Barreto con evidente tensión en un mensaje difundido en redes sociales a través de Movement To Gaza Col. En paralelo, Manuela Bedoya grabó un video con un mensaje similar, pidiendo ayuda urgente al presidente Gustavo Petro, a la Cancillería de Colombia y a la comunidad internacional.
Videos de Luna Barreto y Manuela Bedoya desatan crisis diplomática entre Colombia e Israel
La Flotilla Global Sumud, cuyo nombre significa “resiliencia” en árabe, zarpó desde Barcelona a inicios de septiembre con el objetivo de llevar ayuda humanitaria —alimentos, medicinas y suministros— a la población de Gaza, que enfrenta una grave hambruna y un bloqueo militar impuesto por Israel desde hace más de una década. En la misión participaban 45 barcos con cientos de activistas provenientes de más de 40 países, entre ellos latinoamericanos, europeos y ciudadanos de Medio Oriente.
Sin embargo, el miércoles, la Marina israelí inició una operación de intercepción en el mar Mediterráneo, advirtiendo a los barcos que no ingresaran a lo que calificaron como una “zona de combate activa”. Según el Ministerio de Exteriores de Israel, los navíos buscaban violar el bloqueo naval legítimo, motivo por el cual fueron detenidos.
Israel anunció que los activistas serán deportados a Europa, afirmando que todos están “a salvo y con buena salud”. Entre los detenidos figuran ciudadanos de España, Italia, Turquía, Malasia, Túnez, Brasil, Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, México y Colombia.
Los videos de auxilio de las colombianas
La voz de alarma la dieron directamente las propias activistas colombianas. En sus videos de auxilio, Luna Barreto relató que el barco HIO estaba “rodeado por buques militares israelíes”, en un ambiente de máxima tensión. “Estamos en aguas internacionales, el barco está en estado de alerta, los barcos alrededor están siendo interceptados, estamos rodeadas de barcos militares”, narró en su mensaje.
Por su parte, Manuela Bedoya denunció en su grabación que la misión en la que participaba era pacífica y legal, y que su detención constituía una violación al derecho internacional y a los Acuerdos de Ginebra. Ambas insistieron en que su participación en la flotilla respondía a un compromiso de solidaridad humana y de defensa de los derechos de la población palestina.
Reacción del Gobierno colombiano
La Cancillería de Colombia calificó el hecho como un “secuestro en aguas internacionales” y exigió la liberación inmediata de las connacionales. En un comunicado oficial recordó que la flotilla navegaba con tres objetivos claros: entregar ayuda humanitaria a Gaza, visibilizar la crisis humanitaria en la región y denunciar la guerra.
El presidente Gustavo Petro elevó el tono de la confrontación al afirmar que se trata de un “nuevo crimen internacional del gobierno de Netanyahu”. Anunció que Colombia romperá relaciones diplomáticas con Israel, denunció el tratado de libre comercio vigente y ordenó la salida inmediata de la delegación diplomática israelí en Bogotá.
“Han sido detenidas en aguas internacionales dos ciudadanas colombianas que estaban en actividades de solidaridad humana con Palestina. La Cancillería debe hacer todas las demandas respectivas, incluso en la justicia israelí”, señaló Petro, al tiempo que convocó a abogados internacionales a sumarse a la defensa del caso.
Perfil de las colombianas
Manuela Bedoya, reconocida por su labor en procesos sociales y humanitarios, ha trabajado en proyectos que buscan visibilizar a las víctimas del conflicto armado en Colombia en espacios comunitarios, académicos e internacionales.
Por su parte, Luna Barreto, de 24 años, reside en Jordania y se ha vinculado con la defensa de comunidades migrantes. En entrevistas previas, relató cómo su propia experiencia migratoria la acercó a la realidad del pueblo palestino. Ambas fueron voluntarias en la delegación colombiana de la flotilla y se unieron a la causa para romper el bloqueo y llevar ayuda urgente a Gaza.
Escalada internacional
La detención de activistas también generó respuestas en otros países. España convocó a la encargada de negocios de Israel en Madrid, México exigió respeto por sus connacionales detenidos y Brasil condenó la operación israelí, recordando que ahora es responsabilidad del Estado israelí garantizar la seguridad de los activistas.
Organizaciones internacionales, como el movimiento Adalah, advierten que los casi 500 activistas interceptados podrían enfrentar procesos de deportación exprés en Israel, lo que abre dudas sobre las garantías de sus derechos fundamentales.
Una causa que trasciende fronteras
Los mensajes de Luna y Manuela simbolizan la situación que atraviesan cientos de activistas de la Flotilla Global Sumud. Su llamado de auxilio no solo interpela a las autoridades colombianas, sino también a la comunidad internacional, que sigue con atención una operación que podría marcar un precedente en la defensa de los derechos humanos en medio del conflicto en Gaza.
En Colombia, diversos movimientos sociales ya han convocado a movilizaciones en defensa de las connacionales, insistiendo en que su detención es una muestra de las violaciones sistemáticas del derecho internacional en la región. Mientras tanto, la presión diplomática y mediática se intensifica, con el fin de lograr la liberación inmediata de Luna Barreto y Manuela Bedoya.