La reciente interceptación de la Flotilla Global Sumud por parte de Israel ha generado una fuerte controversia internacional, especialmente en Colombia, tras conocerse que entre los cientos de participantes se encontraban varios connacionales. Inicialmente se había confirmado la presencia de Manuela Bedoya y Luna Barreto, jóvenes que viajaban a bordo del barco HIO con el propósito de entregar ayuda humanitaria a Gaza. Sin embargo, el periodista Mauricio Morales aseguró en entrevista con BLU radio que no son solo dos, sino al menos seis colombianos los que integraban la misión, lo que eleva la preocupación por su paradero y seguridad.
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La Cancillería de Colombia reaccionó de inmediato al confirmar la detención de las dos primeras connacionales, señalando que se trató de un “secuestro en aguas internacionales” y exigiendo su liberación inmediata junto con la de los demás integrantes de la flotilla. En un comunicado oficial, la entidad recordó que la Flotilla Global Sumud tenía como objetivos llevar ayuda humanitaria, visibilizar la crisis humanitaria en Gaza y denunciar la guerra en la región. “Ninguna política de Estado puede justificar la masacre ni la detención ilegal de ciudadanos que buscan la paz y la solidaridad”, subrayó el texto.
Por su parte, la delegación colombiana en la flotilla denunció que las jóvenes fueron detenidas durante una misión pacífica y legal, calificando el hecho como una violación al derecho internacional y a los Acuerdos de Ginebra. Además, hicieron un llamado urgente a organizaciones sociales, colectivos estudiantiles y movimientos ciudadanos a movilizarse en defensa de sus compatriotas y de la causa palestina.
El ministerio de Exteriores de Israel, en contraste, aseguró que la flotilla había intentado “violar un bloqueo naval legítimo” en una zona de combate activa, y que la Marina israelí actuó conforme a las normas de seguridad. En su balance, indicaron que cerca de 50 embarcaciones fueron interceptadas, y que cientos de ciudadanos de distintos países fueron detenidos, entre ellos españoles, italianos, turcos, malasios, brasileños, tunecinos, franceses, estadounidenses, británicos, mexicanos, alemanes y colombianos.
El presidente Gustavo Petro elevó el tono de la polémica al afirmar que, de confirmarse la información, se trataría de un “nuevo crimen internacional del gobierno de Netanyahu”. En un fuerte pronunciamiento desde su cuenta en X, el mandatario colombiano exigió a la Cancillería iniciar todas las demandas pertinentes, incluso en la justicia israelí, y convocó a abogados internacionales a unirse a la defensa de las colombianas detenidas. Además, advirtió que Colombia denunciará el tratado de libre comercio con Israel y ordenó la salida inmediata de la delegación diplomática israelí en el país.
“Han sido detenidas en aguas internacionales dos ciudadanas colombianas que estaban en actividades de solidaridad humana con Palestina. Cancillería debe hacer todas las demandas respectivas. Invito a abogados internacionales a ponerse al servicio de Colombia”, escribió Petro. El mandatario también anunció que el Batallón Guardia Presidencial asumirá la seguridad de la Casa de Nariño, en respuesta al eventual retiro de la misión diplomática israelí.
La Flotilla Global Sumud, cuyo nombre significa “resiliencia” en árabe, zarpó desde Barcelona a principios de septiembre con 45 barcos y cientos de militantes propalestinos de más de 40 países. Su misión fue declarada desde el inicio como pacífica y no violenta, y buscaba llevar alimentos, medicinas y suministros a la Franja de Gaza, donde la situación humanitaria es calificada por organismos internacionales como insostenible.
Los relatos de las colombianas antes de la detención también reflejan la tensión que vivieron. En uno de sus últimos mensajes en redes sociales, Luna Barreto narró que el barco HIO estaba rodeado por buques militares israelíes, en medio de un clima de incertidumbre. “Estamos rodeados en aguas internacionales, el barco HIO está en estado de alerta, estamos prontos a entrar al fuerte de intersección. Los barcos alrededor están siendo interceptados”, relató en un video.
El hecho de que se haya confirmado la presencia de más colombianos en la flotilla aumenta la presión sobre el Gobierno, que ahora deberá intensificar las gestiones diplomáticas para lograr la liberación de todos los connacionales detenidos. Mientras tanto, distintas organizaciones sociales en Colombia ya han anunciado manifestaciones y campañas de solidaridad, exigiendo respeto por el derecho internacional y la libertad de quienes viajaban en la misión humanitaria.
La crisis diplomática entre Colombia e Israel se profundiza en medio de este incidente, marcando un nuevo capítulo en la relación bilateral. La exigencia del Gobierno colombiano es clara: la liberación inmediata de los detenidos y el respeto a las misiones humanitarias en medio del conflicto en Gaza.

