La historia de Gonzo comenzó en medio de un operativo policial que desarticuló a Los Pokemones, una banda dedicada a robos en el noroccidente de Bogotá. En las interceptaciones telefónicas reveladas por las autoridades, se escuchaba cómo coordinaban los atracos, con frases que generaron todo tipo de reacciones en redes sociales:
— “De una Gonzo, se fue. Róbeselo de una”— “No, pero al chino le falta un bracito”— “Y qué pasa Gonzo, estamos es robando”
El tono jocoso de la conversación contrastaba con la gravedad de los hechos, y Gonzo se volvió un símbolo mediático del delito urbano. Sin embargo, el tiempo le dio un giro inesperado a su vida.
Una nueva vida junto a la Fundación Libertad y Vida
Lejos de las calles, Gonzo decidió cambiar su destino. Hoy forma parte de la Fundación Libertad y Vida, una organización que trabaja por la resocialización de jóvenes en situación de vulnerabilidad o con antecedentes judiciales.
A través del deporte, el acompañamiento psicológico y la formación laboral, esta fundación impulsa procesos de transformación real. Gonzo, quien ahora funge como mentor y formador deportivo, utiliza su propia historia como testimonio para inspirar a otros.

