La madrugada del domingo 28 de septiembre de 2025, la comunidad del barrio La Manga, en el suroccidente de Barranquilla, despertó con una noticia que ha generado profunda conmoción: el asesinato de Yolanda Estefany Arias Santos, de tan solo 24 años. La joven fue hallada sin signos vitales en su vivienda, presuntamente asfixiada por su pareja sentimental mientras dormía.
Un crimen ocurrido horas después de una reunión familiar
De acuerdo con la reconstrucción de los hechos, Yolanda había asistido la noche anterior a un asado familiar en casa de su suegra, en compañía de su pareja, con quien sostenía una relación de dos años. Según relató Iris de Jesús Abad Terán, madrastra de la víctima, no existían antecedentes de violencia en la relación.
“Mi esposo fue el que me llamó por teléfono diciéndome que le habían matado a la hija. Ella vivía con el muchacho, tenía como dos años con él… El muchacho siempre se veía muy bueno, todos aquí decían que era muy buena persona, y nosotros también lo creíamos, porque eso era lo que se veía”, declaró a El Heraldo.
El hallazgo del cuerpo y los signos de asfixia
El cuerpo de Yolanda fue descubierto por su hermano Jainer Arias, quien regresaba de su jornada laboral como vigilante. Al llegar, encontró a su hermana envuelta en una sábana, con una almohada sobre el rostro y sin signos vitales.
“Me dicen que la asfixió, que le puso una almohada encima, la asfixió y por eso murió. […] Él llegó como a la hora porque siempre en la mañana le traía un ‘dedito’, dice él, y cuando la fue a llamar la encontró con las almohadas en la cara”, relató Iris Abad Terán.
La joven fue trasladada al centro asistencial Camino La Manga, donde los médicos confirmaron que presentaba síntomas compatibles con asfixia mecánica. Pese a los esfuerzos médicos, falleció minutos después.
La tecnología fue clave para capturar al sospechoso
El principal sospechoso, identificado como Jairo Samuel Páez Muñoz, intentó escapar en la motocicleta de la víctima. Sin embargo, gracias a un dispositivo GPS instalado en el vehículo, las autoridades lograron rastrear su ubicación hasta las playas de Salgar, donde fue detenido horas más tarde.
Durante el proceso de búsqueda, la familia fue informada de un nuevo detalle: Páez habría dejado una carta en la que reconocía su culpabilidad y pedía perdón.
“Él se había dado a la huida en una moto que es de Yolanda, pero la moto tiene GPS, fue así como lo siguieron hasta Salgar. Según entendí, cuando a él lo encuentran, ya había escrito una carta donde estaba pidiendo perdón y confirmando que la había matado”, explicó el padrastro de la víctima a El Heraldo.
Un nuevo caso que reabre el debate sobre la violencia de género
El feminicidio de Yolanda Arias ha generado indignación en Barranquilla y ha reavivado el debate sobre la violencia contra las mujeres en el país. Vecinos y organizaciones sociales han exigido justicia y piden acciones más contundentes para prevenir nuevos casos de feminicidio.

