Un video que circuló en redes sociales mostró a un conductor del SITP en Bogotá desorientado y sin capacidad de coordinar sus movimientos, lo que generó rumores sobre un presunto caso de embriaguez al volante. Sin embargo, las autoridades y la empresa Transmilenio confirmaron que el trabajador no estaba bajo los efectos del alcohol, sino que padeció una crisis de salud durante su jornada laboral.
Lea también: Pelea a varilla entre conductores en plena vía generó caos en avenida de Bogotá
Ante las especulaciones, TransMilenio informó que al conductor se le practicó una prueba de alcoholemia en aire expirado, la cual resultó negativa. Es decir, no conducía bajo efectos de alcohol.
Por el contrario, la empresa explicó que el trabajador presentó una descompensación hormonal asociada a un cuadro de diabetes, lo que habría provocado la desorientación y falta de coordinación captada en el video. El concesionario Masivo Capital, al que pertenece el operario, confirmó que actualmente el hombre se encuentra bajo acompañamiento médico y no volverá a prestar servicio hasta que culmine el proceso de revisión de sus condiciones de salud.
El video que generó polémica
En las imágenes, registradas por una agente de tránsito de la Policía, se observa al operario mareado, con la cabeza baja y sin responder con claridad. “Hágame el favor y desciende del vehículo si es tan amable. ¿Sabe qué está conduciendo en estado de embriaguez? ¡Bájese!”, se escucha decir a la patrullera, mientras otro uniformado lo ayuda a descender del bus.
Lea también: Lamentable: en Bogotá un hombre atacó a su pareja sentimental con arma cortopunzante en el rostro
El conductor apenas logra responder “Alex” cuando le preguntan su nombre, evidenciando su desorientación. Las escenas se viralizaron rápidamente y provocaron múltiples interpretaciones erróneas en redes sociales.
Controles para garantizar la seguridad
Transmilenio destacó que, como parte de sus protocolos de seguridad, este año se han realizado más de 13.000 pruebas de alcoholemia a conductores antes de iniciar operación. Con ello buscan garantizar que quienes transportan a miles de pasajeros cada día estén en condiciones óptimas para la conducción.
Una alerta sobre la salud en el transporte público
El caso ha generado un debate sobre la necesidad de reforzar los chequeos médicos a los operadores del sistema, más allá de las pruebas de alcohol y drogas. Enfermedades crónicas como la diabetes pueden afectar de manera repentina la capacidad de un conductor y poner en riesgo a los usuarios.
La situación del conductor del SITP recuerda la importancia de priorizar la salud de los trabajadores del transporte público como un factor clave en la seguridad vial de Bogotá.