Después de varios días de controversia en redes sociales por el video de una agresión en el Festival Cordillera en Bogotá, la protagonista del hecho, Diana Rocío Daza Robles, se pronunció públicamente a través de un comunicado. En este documento, reconoció su error y ofreció disculpas a la víctima, Tania Cortés, así como a quienes se sintieron afectados por sus palabras.
Daza admitió que su comportamiento fue reprobable, calificando sus palabras y gestos como “totalmente inapropiados y desmedidos”. Si bien señaló que el video viral no muestra la situación en su totalidad, también dejó claro que ello no exime su conducta. “Es importante resaltar que un fragmento de pocos segundos no puede definir ni juzgar la esencia de una persona”, expresó en su comunicado.
La mujer, quien también dirigió comentarios ofensivos hacia extranjeros residentes en Colombia durante el altercado, aseguró que se arrepiente profundamente de su reacción. “Esta situación no me define como persona, como madre, hija, amiga, y mucho menos cuando detrás hay una vida personal ejemplar y una carrera laboral intachable construida con esfuerzo, responsabilidad y compromiso”.
Consecuencias personales y profesionales
Más allá del juicio público, Daza denunció que ha sido blanco de amenazas y hostigamientos en línea. “Fui juzgada de manera desproporcionada”, afirmó, mencionando que incluso se crearon perfiles falsos con el fin de divulgar datos personales de ella y de su familia.
El impacto fue más allá de lo emocional: su vínculo laboral también se vio afectado. Según Daza, la empresa para la que trabajó durante los últimos cuatro años decidió terminar su contrato luego de la difusión del video. “Generó una fuerte sanción social que terminó escalando en una ola de odio y presión social”, indicó.

Un llamado a la empatía
En medio de las consecuencias, Daza hizo énfasis en la necesidad de fomentar la reflexión colectiva: “Necesitamos promover la empatía, el manejo prudente de las palabras y el control de nuestras reacciones, no solo en la vida diaria sino también en entornos digitales”. Recalcó también la importancia de tener presente el impacto real que tienen los comentarios y publicaciones en redes sociales, especialmente cuando afectan a personas reales con familias y responsabilidades.
Finalmente, reiteró sus disculpas: “Pido perdón a Tania Cortés y a las personas que se pudieron sentir ofendidas con esta situación”, y reconoció que lo vivido se convirtió en una lección de vida.

