El expresidente Juan Manuel Santos, Premio Nobel de Paz y principal impulsor del acuerdo firmado con las FARC en 2016, manifestó su respaldo a la reciente condena impuesta por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) a los antiguos líderes de esa guerrilla. En diálogo con Mañanas Blu, el exmandatario calificó la decisión como un paso crucial dentro del modelo de justicia transicional adoptado por Colombia.
“Nunca los máximos responsables de una guerrilla se habían confrontado con las víctimas, pedido perdón, dicho la verdad y sido sancionados por crímenes de guerra y de lesa humanidad”, subrayó Santos.
Justicia restaurativa y dilemas éticos
Santos reconoció que el fallo genera reacciones mixtas entre las víctimas, especialmente por la naturaleza de las sanciones impuestas, las cuales no contemplan prisión tradicional, sino trabajos restaurativos por un periodo de ocho años.
“Yo siento también el dolor de las víctimas que reclaman que quien mató a su hijo pague solo con sanciones restaurativas. Pero de eso se trata la justicia transicional, y es un sapo que tenemos que tragarnos si queremos la paz”, explicó.
Durante su mandato, Santos sostuvo encuentros con numerosos sobrevivientes del conflicto, quienes, según relató, expresaban su respaldo a las negociaciones pese a las profundas heridas que les dejó la violencia.
“Muchas víctimas me decían: no queremos que otros sufran lo que nosotros sufrimos”, relató.
Defensa del acuerdo y críticas al actual Gobierno
El expresidente insistió en que el acuerdo con las FARC está blindado tanto en el plano jurídico como en el internacional. Recordó que el diseño del sistema de justicia transicional fue acompañado por la Corte Penal Internacional y respaldado de forma unánime por el Consejo de Seguridad de la ONU.
“Si hay un acuerdo blindado jurídicamente e internacionalmente es el acuerdo de paz con las FARC. La CPI ayudó a establecer los parámetros y el Consejo de Seguridad de la ONU lo ha apoyado unánimemente”, enfatizó.
Al referirse al rearme de antiguos guerrilleros, Santos fue enfático al señalar que las disidencias actuales no representan un proyecto político, sino estructuras criminales que se fortalecieron ante la falta de implementación efectiva del acuerdo.
“Las disidencias son bandas criminales que se han fortalecido por la falta de implementación del acuerdo. Este gobierno les dio un estatus político que no se merecen”, cuestionó.
Reflexión sobre el plebiscito y futuro de la paz
Santos también hizo un balance autocrítico sobre la decisión de someter el acuerdo al plebiscito de 2016, el cual fue rechazado por la mayoría del electorado en su momento.
“Muchísimos dolores de cabeza me ha traído el plebiscito. Reconozco que me equivoqué, hubiera sido mejor no hacerlo. Pero me sentí obligado a cumplir con mi palabra”, confesó.
Por último, hizo un llamado a cumplir lo pactado en el texto final del acuerdo, el cual fue renegociado y aprobado por el Congreso tras la derrota en las urnas. A su juicio, la implementación integral del acuerdo sigue siendo la mejor herramienta para enfrentar los desafíos actuales en seguridad, control territorial y lucha contra el narcotráfico.
“Lo mejor que podemos hacer los colombianos es implementar lo que no se ha implementado del acuerdo. Ahí están buena parte de las soluciones a la inseguridad, el control del territorio y el problema de las drogas”, concluyó.

