Una de las noticias más aterradoras y dolorosas para el país fue el magnicidio del que fue víctima el precandidato presidencial y senador Miguel Uribe Turbay el pasado mes de junio del 2025 en un parque de la localidad de Fontibón en Bogotá, todo en medio de un evento de campaña donde había una gran aglomeración de personas, aprovechada por su verdugo para escabullirse y cometer el atroz crimen.
Tras los más de dos meses de agonía que pasó Uribe Turbay, su fallecimiento desató un sinfín de versiones y de acusaciones entre diferentes personas y sectores políticos, dejando múltiples conclusiones para unos u otros, además de la cantidad de capturados que hay detrás de este caso, partiendo del gatillero quien es apenas un menor de 14 años de edad.
Con esto, una de las grandes afectadas ha sido la esposa de Uribe Turbay, María Claudia Tarazona, quien, desde entonces, no había tenido una salida en medios de comunicación hasta este 14 de septiembre, donde, en la señal de RCN, concedió una entrevista bastante íntima dando detalles de su dolor, de la situación y de diversas cosas que ha traído este trágico desenlace para su familia, en especial para sus hijos, quienes fueron el foco durante el entierro del precandidato.
En este espacio, María Claudia reveló a detalle como fue el momento en que se enteró de que su esposo había perdido la vida en la Clínica Santa Fe: “Horrible, yo estaba acostada con mis cuatro hijos, desde el primer momento del atentado dormimos juntos. Creo que le avisaron primero a Miguel papá y a Delia, porque Delia empezó a llamar a una de mis hijas porque, como ellos sabían que yo dormía con Alejando, no me querían dar la noticia por teléfono para que no fuera a gritar o reaccionar de una manera demasiado angustiante para él.
Ellos llegaron acá a las 3:30 de la mañana a avisarme, cuando yo veo que Emilia se levantó de la cama a esa hora con el celular en la mano, ahí supe que Miguel había muerto. Mis hijas se desesperaron, se pusieron como locas, de una manera que no quieres ver a un ser humano sufrir así... Yo en ese momento, parada, sosteniendo a mis cuatro hijos. Me fui para la clínica, me acompañaron Delia y Miguel papá, entré a ver a Miguel y lo vi muerto, recorrí la camilla, miré los aparatos que tenía, aún estaba caliente su cuerpo...“.

