El turismo en Colombia continúa expandiéndose y diversificándose. Según datos de Airbnb, en 2024 un total de 14 nuevos destinos recibieron a sus primeros huéspedes a través de la plataforma. Este hito posiciona al país como el tercero en América Latina con más destinos debutantes, solo detrás de Brasil y México.
Crecimiento del turismo en zonas emergentes
El informe destaca una clara tendencia: los viajeros están mostrando mayor interés por experiencias alejadas de las grandes urbes. De hecho, en 2024 más del 40% de las reservas en Colombia se realizaron en destinos rurales, mientras que casi el 60% de los viajeros fueron locales.
Además, las noches reservadas en áreas rurales representaron más del 60% del total nacional, lo que refleja un cambio hacia un turismo sostenible, cercano a la naturaleza y que beneficia directamente a las comunidades locales.
Los nuevos destinos colombianos
Estos son algunos de los municipios que debutaron en la plataforma con sus primeras reservas:
- Gutiérrez, Cundinamarca: rodeado de montañas y ríos cristalinos, es perfecto para el senderismo y escapadas desde Bogotá.
- Villanueva, Bolívar: tierra de tradición musical vallenata, con ambiente caribeño, gastronomía y hospitalidad.
- El Peñón, Santander: destino de aventura, cuevas y formaciones rocosas para el turismo de naturaleza.
- Belén, Boyacá: pintoresco y colonial, ideal para quienes buscan historia, artesanías y tranquilidad andina.
- El Paujil, Caquetá: puerta de entrada a la Amazonía colombiana, con biodiversidad única y selvas vírgenes.
- Chiriguaná, Cesar: municipio con raíces agrícolas y festividades que reflejan el Caribe interior.
La lista también incluye a San Juan de Betulia y Ovejas (Sucre); Argelia, El Bagre y Nariño (Antioquia); El Carmen de Atrato y Lloró (Chocó); y Morelia (Caquetá).
Un futuro prometedor para el turismo colombiano
El surgimiento de estos destinos confirma que Colombia sigue consolidándose como un país atractivo para viajeros que buscan experiencias auténticas. Además, el crecimiento en reservas rurales y la preferencia de los turistas nacionales fortalecen el desarrollo económico en zonas históricamente apartadas.
El reto ahora será seguir impulsando este turismo emergente de manera sostenible, garantizando beneficios a largo plazo para comunidades locales y visitantes por igual.

