Lo que comenzó como un paseo en familia entre conocidos del municipio de Galán, Santander, se convirtió en una tragedia que enluta a toda la región. Cinco personas murieron luego de que el vehículo en el que se movilizaban fuera arrastrado por la fuerza del agua en la quebrada Oroco, zona rural de Palmar, en el occidente del departamento.
Los hechos ocurrieron la tarde del sábado 6 de septiembre, cuando el grupo intentó cruzar la quebrada a bordo de un vehículo tipo campero. Una creciente súbita, como la definen las autoridades, arrastró al automotor varios metros hasta dejarlo atrapado. Ninguno de los ocupantes logró sobrevivir.
Las víctimas: una comunidad en luto
Las víctimas fueron identificadas como Orfidia León Díaz (46), Pastora Olarte Jaimes (42), Clemencia Reyes Guarín (48), Arnulfo Torres Ardila (56) y un menor de 9 años. Todos eran residentes del municipio de Galán.
La pérdida de Arnulfo y Clemencia, reconocidos docentes de la zona, ha generado un profundo dolor en la comunidad educativa. Él trabajaba en el Colegio Alfonso Gómez, y ella en la sede rural La Mesa, de la Institución Educativa San Isidro.
“Me embarga de tristeza despertar con la noticia de la trágica partida de dos de mis profesores, Arnulfo Ardila y Clemencia Reyes. Expreso mi solidaridad a sus hijos y familiares”, expresó en su cuenta de X el secretario de Educación de Santander, Nicolás Ordóñez.
Una advertencia ignorada
La alcaldesa de Galán, Sofía Medina Serrano, manifestó su preocupación por la falta de intervención en esta vía, que sirve como único acceso terrestre al municipio. Según ella, desde hace más de un año se vienen reportando situaciones similares.
“Esto se ha venido presentando diariamente, como anteriormente había hecho llamados de apoyo a que nos acompañen en la solución a esta problemática [...] que es la única vía de acceso”, señaló la mandataria, según Vanguardia.
Urgen acciones estructurales
El director de Gestión del Riesgo de Santander, Eduard Sánchez, también se desplazó hasta el lugar de los hechos para coordinar las acciones de respuesta y asistencia a las familias. El funcionario advirtió sobre la necesidad urgente de implementar obras de mitigación.
“Estos eventos naturales [...] se presentan de manera inesperada. Hemos reportado estos sucesos a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, ya que se requieren varias inversiones para reducir estos escenarios de riesgo”, afirmó.
Mientras se mantiene la alerta en la región por las condiciones climáticas, las autoridades insisten en la importancia de no subestimar los afluentes en temporada de lluvias. La comunidad, por su parte, exige soluciones definitivas antes de que una nueva tragedia golpee la zona

