La Universidad Nacional de Colombia enfrenta una nueva etapa de incertidumbre institucional mientras se espera que el Consejo de Estado emita un fallo definitivo sobre la legalidad en la designación del rector para el periodo 2024-2027. A través de un comunicado oficial, la institución informó que se encuentra dispuesta a cumplir las decisiones judiciales que se profieran en los próximos días.
“Respetará y cumplirá las dos sentencias definitivas que serán proferidas por el Consejo de Estado en los próximos días”, expresó la universidad en su pronunciamiento público.
Una disputa por el método de elección
El centro del debate se originó el pasado 21 de marzo, cuando el Consejo Superior Universitario (CSU) designó a José Ismael Peña como rector. Sin embargo, su nombramiento fue ampliamente cuestionado tanto al interior como fuera de la comunidad universitaria, debido al procedimiento utilizado en su elección. La crítica principal apuntó a que no se tuvo en cuenta el resultado de las encuestas realizadas a estudiantes, docentes y administrativos, en las cuales Leopoldo Múnera obtuvo la mayoría.
Tras la ola de inconformidades, el CSU decidió abrir un nuevo proceso que concluyó con la designación de Múnera como rector. No obstante, esta decisión también fue objeto de señalamientos por parte de la Procuraduría, que en un concepto oficial solicitó su retiro al considerar que se ignoró una elección previamente finalizada, afectando el debido proceso.
“El proceso de elección de Leopoldo Alberto Múnera violó el debido proceso al ignorar una elección ya concluida”, señaló el Ministerio Público.
Aurora Vergara y el impasse en la posesión de Peña
En el contexto del primer nombramiento, la entonces ministra de Educación, Aurora Vergara, se negó a firmar el acta de posesión de Peña, argumentando falta de transparencia en el proceso, a pesar de haber sido aprobado de manera unánime por el CSU.
Este miércoles, la Sección Quinta del Consejo de Estado deberá tomar una decisión clave: restituir a José Ismael Peña como rector o declarar nulo todo el proceso, ordenando su repetición desde cero. Cualquiera que sea el desenlace, la Universidad Nacional ya ha anticipado que acatará la determinación judicial, en un gesto que busca preservar la legitimidad institucional.