Desde el martes 12 de agosto, la población de Cajicá vive sumida en la angustia tras la desaparición de Valeria Afanador, una niña de 10 años con síndrome de Down, vista por última vez en el Gimnasio Campestre Los Laureles. La menor desapareció en la vereda Canelón, sector Bebedero, cerca del río Frío, lo que activó un operativo de búsqueda sin precedentes por parte de las autoridades y la comunidad.
Valeria fue vista por última vez hacia las 10:00 a.m. mientras jugaba en una cancha del colegio. Las cámaras captaron sus movimientos hacia un seto o arbusto que bordea el curso del río, pero nunca se registró su salida de esa zona.
Operativo de búsqueda intensivo
Las labores de rescate incluyeron a bomberos de Cajicá, Zipaquirá, Tabio y Chía, la Defensa Civil, el Ejército (Batallón de Atención de Desastres No. 80 y Brigada 13), Policía, Fiscalía, SIJIN, Gaula, drones térmicos, perros entrenados y buzos expertos. El radio de acción se extendió hasta 10 kilómetros alrededor del colegio, incluyendo zonas boscosas, rurales y el cauce del río Frío.
Hipótesis y avances de investigación
Se han manejado varias hipótesis: caída accidental al río, que haya deambulando hacia zonas urbanas o, de manera más preocupante, que haya sido raptada. Aunque inicialmente se creía que pudo haber caído al río, esa posibilidad ha sido prácticamente descartada por los buzos, con un margen de error estimado del 5%.
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Por su parte, la Interpol emitió una alerta amarilla para ampliar la difusión a nivel internacional por si la menor salió del país. Las autoridades han revisado más de 350 horas de grabaciones de cámaras, y se han realizado alrededor de 15 testimonios de personas cercanas al colegio y la familia.
Recompensa y solidaridad ciudadana
La alcaldesa de Cajicá y la Gobernación han ampliado progresivamente la recompensa: de 20 millones de pesos, pasó a 50 millones y actualmente alcanza 70 millones por cualquier persona que entregue información relevante que permita dar con el paradero de Valeria Afanador.
La comunidad se ha volcado en la búsqueda, con marchas multitudinarias, carteles por toda la ciudad con la imagen de Valeria, y vehículos y postes cubiertos de afiches pidiendo ayuda.
Por su parte, la madre de la menor, Luisa Cárdenas, aclaró que se descarta la versión de que la niña fue llevada por un hombre y negó rotundamente rumores sobre loncheras de los hermanos encontradas en la zona del río.
La familia, cansada de la lentitud del proceso, contrató a un abogado especializado en derechos humanos, sin desvincularse de las autoridades, pero para impulsar nuevas líneas de investigación y acceder de forma más efectiva a información.
La comunidad sigue firme en la búsqueda de Valeria. La única prioridad es encontrarla sana y salva y esclarecer esta misteriosa desaparición que tiene en vilo a todo el país. Si alguna persona tiene información, debe comunicarse con la Policía (línea 123), Bienestar Familiar (línea 141) o los números habilitados por la Alcaldía.

