El clima político en Colombia continúa marcado por fuertes divisiones luego de que el expresidente Álvaro Uribe Vélez fuera condenado en primera instancia a 12 años de prisión por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos. La decisión judicial, emitida por un juez penal de Bogotá, ha generado reacciones en diversos sectores del país, tanto de respaldo como de rechazo. Entre quienes han manifestado su desacuerdo de forma abierta se encuentra la periodista y precandidata presidencial Vicky Dávila.
Le puede interesar: Reaparece Iván Mordisco y envía carta a Petro tras captura de su hermano: “Nos están llevando a otra década de guerra”
Desde que se conoció el fallo, Dávila ha mantenido una postura crítica frente a la decisión judicial, afirmando que esta representa una ofensiva contra el pensamiento de derecha. En declaraciones recientes, calificó la sentencia como “la materialización de una venganza criminal” y sostuvo que se trata de una estrategia que busca eliminar políticamente a figuras emblemáticas del uribismo.
Le puede interesar: “Deberían ir al psiquiatra y hacerse un exorcismo”, le dijo a la izquierda María Fernanda Cabal en homenaje a Miguel Uribe
Un gesto simbólico en medio de la controversia
El pasado domingo, tras la decisión del Tribunal Superior de Bogotá que permitió al exmandatario recobrar su libertad provisional mediante una acción de tutela, Álvaro Uribe sostuvo un encuentro con Vicky Dávila. La precandidata no dudó en compartir una imagen del momento en sus redes sociales, en la que se le ve abrazando al expresidente con un mensaje cargado de simbolismo:
“Le di un abrazo al expresidente Álvaro Uribe en nombre de millones de colombianos que lo quieren y siempre le van a agradecer lo que ha hecho por Colombia. Que Dios lo bendiga”, escribió Dávila.
Críticas al proceso judicial
En su respaldo al exmandatario, Dávila ha subrayado que Uribe “ha dado ejemplo y se ha sometido a la justicia”, insistiendo en que la condena no es más que un acto de revancha política. Su postura se alinea con la narrativa de sectores conservadores que han rechazado la decisión judicial, considerándola injusta y parcializada.
Este tipo de manifestaciones públicas no solo refuerzan el perfil político de Dávila como una figura cercana al uribismo, sino que también la posicionan dentro del espectro de precandidatos que buscan capitalizar el descontento de una parte importante del electorado con las instituciones judiciales del país.
Una campaña con tinte ideológico
El gesto de Dávila se produce en un contexto electoral en el que el país se encamina hacia las elecciones presidenciales de 2026. Su precandidatura ha ganado visibilidad a través de mensajes que apelan a una narrativa de defensa de valores tradicionales, rechazo al avance del progresismo y respaldo a figuras como Uribe Vélez.
Con este tipo de encuentros, la periodista convertida en aspirante presidencial parece estar enviando un mensaje claro a sus posibles votantes: su proyecto político estará firmemente alineado con la defensa del expresidente y de su legado, aun cuando la justicia lo haya condenado en primera instancia.
Así, el abrazo entre Vicky Dávila y Álvaro Uribe se convierte en mucho más que un gesto personal: es una señal política de lo que está por venir en el ajedrez electoral colombiano.

