La incertidumbre y la angustia persisten en Cajicá, Cundinamarca, donde la menor Valeria Afanador, de tan solo diez años, continúa desaparecida desde el pasado 12 de agosto. La última vez que fue vista, se encontraba en las instalaciones del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, donde cursa sus estudios desde hace dos años.
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A diez días de su desaparición, la familia de Valeria ha emitido un nuevo comunicado, y su padre, Manuel Afanador, compartió una hipótesis que refuerza la idea de una posible intervención externa:
“Tenemos clarísimo que la niña no pudo haber salido sola. Alguien estuvo detrás de esto, la niña no ha podido salir sola del colegio”, dijo en entrevista para Citytv.
Designan nuevo abogado y buscan nuevas líneas de investigación
Ante la falta de resultados contundentes por parte de las autoridades y el estancamiento en la investigación, la familia decidió contratar un nuevo abogado con experiencia en derechos humanos y acompañamiento a víctimas. El objetivo es redirigir el enfoque jurídico del caso, abrir nuevas líneas de investigación y proteger los derechos de la familia como víctimas directas.
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“No hemos recibido respuestas claras. Esto nos tiene con una profunda frustración, incertidumbre y depresión”, expresó Manuel Afanador al medio capitalino.
Hipótesis oficiales y alerta de Interpol
Mientras la familia sostiene que Valeria no pudo abandonar por sí sola las instalaciones del colegio, las autoridades manejan otra hipótesis: que la menor podría haber salido caminando por la zona boscosa cercana, específicamente por la ronda de un afluente que colinda con el plantel educativo. Sin embargo, tampoco existen pruebas sólidas que respalden esta teoría.
En medio del proceso, el pasado 20 de agosto la Interpol emitió una circular amarilla para apoyar la búsqueda internacional de Valeria. Esta alerta permite a cuerpos policiales de otros países identificar personas desaparecidas o sin posibilidad de identificarse, y resulta crucial en casos donde podría existir desplazamiento forzoso o involuntario al exterior.
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Rumores, contradicciones y llamados desesperados
Desde los primeros días, surgieron versiones cruzadas sobre la posible participación de un sospechoso. Inicialmente, el abuelo paterno mencionó a un hombre “alto y corpulento” como posible implicado. Sin embargo, esta hipótesis fue descartada por la madre, Luisa Cárdenas, poco después.
A pesar de esto, el padre de Valeria, en cada aparición pública, parece enviar mensajes directos, implorando por el regreso de su hija. Sus declaraciones han sido constantes, marcadas por un tono emocional que busca despertar solidaridad ciudadana.
El colegio, entre tanto, convocó reuniones con los padres de familia y adoptó medidas de revisión interna mientras se mantienen activas las labores de búsqueda por parte de las autoridades, organismos de rescate y voluntarios.
La desaparición de Valeria Afanador continúa sin una pista concluyente. Su familia, aferrada a la esperanza, insiste en que no fue un hecho fortuito y exige acciones más contundentes para esclarecer lo ocurrido. Mientras tanto, la comunidad de Cajicá y el país entero siguen a la espera de respuestas.