Una de las propuestas que ha venido impulsando la precandidata presidencial Vicky Dávila ha generado una polémica mayúscula a nivel nacional. En un discurso que dio en los últimos días, Dávila propuso hacer cárceles en la selva. La idea fue duramente criticada por el también precandidato Mauricio Cárdenas, quien fue ministro de Hacienda durante el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos.
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El argumento de Vicky Dávila apuntaba a conseguir que los reclusos de esa cárcel que propone construir en la selva trabajen para producir su propia comida.
“¿En serio, Vicky? ¿Cárceles en la selva?“, se preguntó el exministro Cárdenas. ”No puede ser, no más charlatanería populista. ¿Y el daño al medioambiente? ¿Quién va a alimentar a los reclusos? ¿Quién los va a cuidar? No, esas son propuestas que no tienen ningún fundamento", indicó Cárdenas.
Por el contrario, el exministro señaló que el camino está en las alianzas público-privadas para centros penitenciarios. Allí, señaló Cárdenas, el Estado escogería el mejor proponente al menor costo con el fin de hacer un uso adecuado de los recursos públicos.
“No sigamos echando cuentos. Tratemos al electorado con seriedad y propongámosle fórmulas que funcionen, no cuentos que al final del día no concluyen en nada por llamar la atención”, puntualizó el exministro.
La respuesta de Vicky Dávila al exministro Cárdenas
La dura crítica de Cárdenas le generó molestia a Vicky Dávila, quien no tardó en contestarle al exministro a través de su cuenta oficial en la red social X. En la extensa publicación arremetió contra su paso por el Ministerio de Hacienda, cuestionó el Acuerdo de Paz con las Farc y el manejo fiscal que hubo durante el gobierno Santos.
Además, defendió su propuesta de construir cárceles en la selva.
" A diferencia de usted, yo pienso que hay que encarcelar a los bandidos y ayudar a los buenos. Una cárcel en la selva permitirá que los violentos y corruptos paguen por sus crímenes, como en cualquier país civilizado. Los recursos del Estado no se pueden usar para premiar criminales a costa de los trabajadores. Punto. Por lo demás, como presidente no invertiré 32 millones de pesos anuales y más en cada recluso. Los invertiré en los niños para que no se mueran de hambre y puedan crecer sanos y muy inteligentes. Que los reclusos trabajen y paguen su sustento en proyectos productivos. Los voy a poner a trabajar“, indicó Dávila.
Vale decir que el marco normativo en Colombia no permite que un gobernante obligue a un grupo poblacional a trabajar. De hecho, el artículo 188-A del Código Penal castiga el trabajo forzado en Colombia.
"Para efectos de este artículo se entenderá por explotación el obtener provecho económico o cualquier otro beneficio para sí o para otra persona, mediante la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre, la explotación de la mendicidad ajena, el matrimonio servil, la extracción de órganos, el turismo sexual u otras formas de explotación“, reza el Código Penal.