En un evento público en Sotaquirá, Boyacá, el presidente Gustavo Petro respondió a los señalamientos de “dictador” y “autoritario” que ha recibido de diversos sectores políticos y de la oposición. Ante una multitud, el mandatario aseguró que su gobierno se ha centrado en escuchar al pueblo y no ha cometido actos de violencia, defendiendo así una gestión que, según él, está limpia de cualquier acusación de autoritarismo.
“A mí me dicen dictador porque le hago caso al pueblo, porque no tiro gases; porque nadie puede decir que ha sido asesinado... porque aquí no hemos llevado a la cárcel a nadie”, afirmó Petro. Con estas declaraciones, el presidente buscó desvirtuar las críticas y reafirmar la naturaleza de su administración.
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La defensa de Petro se produce en un contexto de constantes roces con el Congreso y las altas cortes, especialmente por sus propuestas de reformas sociales. Las acusaciones de autoritarismo se intensificaron con una serie de decisiones presidenciales que han generado controversia. Un ejemplo clave fue la expedición de un decreto para convocar una consulta popular con el objetivo de revivir la reforma laboral, un proyecto que se había hundido en el Congreso. Esta medida, vista por muchos como una extralimitación de funciones, fue duramente criticada por la oposición, que lo tildó de dictador.
La respuesta del alcalde de Medellín
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, ha sido uno de los críticos más vocales de la decisión de Petro. A través de su cuenta en X, Gutiérrez escribió: “Esto marca un antes y un después para Colombia. El presidente materializando su sueño de ser dictador”. El alcalde apeló a la institucionalidad y la Justicia, confiando en que la Corte Constitucional actuaría como “faro del respeto a la constitución y la Ley”, en un claro llamado a proteger la separación de poderes.
A pesar de las críticas, el presidente Petro se mantuvo firme en su posición. Explicó que la molestia de sus opositores se centra en el hecho de que el pueblo pueda pronunciarse sobre asuntos de gran relevancia, como los derechos laborales. Argumentó que su intención era darle la voz a la ciudadanía y no imponer su voluntad.
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En su intervención, el mandatario hizo una referencia a la canción “El baile de los que sobran” de la banda chilena Los Prisioneros, para simbolizar a los millones de colombianos que buscan un futuro mejor y una participación en la riqueza del país. Según Petro, él forma parte de ese “baile” y está del lado de quienes claman por un cambio y una oportunidad. “Pero, si no nos abren, entramos, porque no tenemos que pedir permiso”, sentenció, dejando claro su compromiso con las demandas sociales y su intención de avanzar con sus reformas, incluso ante la resistencia política. La polémica sobre sus métodos y su estilo de gobierno continúa, pero el presidente ha dejado claro que las críticas no lo amedrentan.

