Colombia dio un paso significativo hacia la consolidación de la paz y el desarrollo sostenible de sus territorios rurales, con la firma de un nuevo acuerdo de financiamiento entre el gobierno nacional y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). Este respaldo se enmarca en la implementación del capítulo 1 del Acuerdo de Paz de 2016, orientado a la Reforma Rural Integral (RRI), y profundiza el compromiso de Francia con la transformación del campo colombiano.
La operación incluye un crédito de 200 millones de euros, acompañado de 2,7 millones de euros en asistencia técnica no reembolsable, dirigidos a fortalecer procesos de ordenamiento territorial, innovación agrícola y reducción de desigualdades estructurales en el ámbito rural.
Un respaldo histórico a la paz
Durante la firma, el Embajador de Francia en Colombia, Sylvain Itté, reafirmó el rol activo de su país como socio estratégico en la implementación de los acuerdos de paz:
“La firma de este financiamiento subraya el compromiso continuo de Francia con la construcción de la paz en Colombia y como país acompañante del capítulo 1 del Acuerdo de paz del 2016. Este crédito forma parte de los esfuerzos más amplios de Francia, siendo el segundo financiamiento de la AFD relacionado con los acuerdos de paz y el tercero enfocado en el desarrollo rural”.
Este acompañamiento, explicó el diplomático, tiene como objetivo principal impulsar una transformación territorial con equidad, enfoque de género y sostenibilidad ambiental, abordando las raíces estructurales del conflicto armado en zonas históricamente excluidas.
Tres pilares para un campo con futuro
Por su parte, el director de la AFD en Bogotá, Lamine Sow, detalló que el financiamiento se estructura en torno a tres grandes ejes:
- Ordenamiento territorial sostenible, que garantice un acceso más justo a la tierra.
- Innovación agrícola, con enfoque en la economía campesina y en municipios priorizados por los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).
- Reducción de desigualdades de género, reconociendo el papel estratégico de las mujeres rurales en la transformación del campo.
Este respaldo no solo busca fortalecer las capacidades institucionales y comunitarias, sino también preparar a las regiones para integrarse progresivamente a cadenas de valor locales e internacionales, especialmente en el contexto de mercados europeos interesados en productos sostenibles y éticos.
Un vínculo bilateral por la justicia social
Más allá del componente financiero, esta iniciativa refleja una visión compartida entre Colombia y Francia sobre el valor de la justicia social, el desarrollo inclusivo y la protección de los derechos humanos. Con esta nueva etapa de cooperación, el gobierno francés reafirma su papel como uno de los principales aliados internacionales en la búsqueda de una paz duradera con equidad territorial.
El fortalecimiento de la Reforma Rural Integral es clave para romper los ciclos de pobreza y violencia en el campo colombiano, y esta alianza con Francia representa un impulso crucial para avanzar en esa dirección.

