Este 13 de agosto, el Cementerio Central de Bogotá —considerado uno de los sitios funerarios más emblemáticos del país— recibe los restos del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. Luego de una ceremonia religiosa celebrada en la Catedral Primada, el cortejo fúnebre recorrió el centro histórico de la capital hasta llegar al camposanto, ubicado en el corazón de Bogotá.
El lugar asignado para la tumba de Uribe Turbay está ubicado en el corredor principal del cementerio, entre las sepulturas de Gilberto Álzate Avendaño y Juan Pablo Llinás. Se trata del último espacio disponible en esa zona, que fue recientemente intervenida por la administración distrital con labores de restauración, limpieza y adecuación para preservar su valor patrimonial.
Según información oficial, la intervención buscó “conservar las condiciones históricas del corredor y garantizar su preservación para las futuras generaciones”. Este sector, además de ser uno de los más antiguos, está declarado Bien de Interés Cultural de la Nación, lo que subraya su relevancia como espacio de memoria y homenaje.
En este cementerio también reposan personalidades de gran relevancia en la historia nacional, como Luis Carlos Galán Sarmiento y Carlos Pizarro Leongómez —ambos víctimas de magnicidio en los años 80—, así como expresidentes como Rafael Núñez, Carlos Lleras Restrepo y Gustavo Rojas Pinilla.
Además de líderes políticos, el Cementerio Central alberga figuras notables del arte y la ciencia colombiana como el músico Luis Antonio Calvo, el pintor Ricardo Gómez Campuzano y el banquero Luis Ángel Arango. Sus mausoleos narran siglos de historia política, cultural y social del país.
Con esta inhumación, el senador Miguel Uribe Turbay pasa a formar parte de este legado histórico, siendo recordado no solo por su carrera política, sino también por el simbolismo de su lugar de descanso final.

