En tono vehemente, el presidente Gustavo Petro lanzó fuertes críticas durante su alocución presidencial, asegurando que algunos opositores que viajaron a Estados Unidos lo hicieron con el objetivo de “destruir a la justicia en Colombia”. “Una oposición no tiene esa indignidad. Que se defiendan en los tribunales, están en su derecho y los jueces deben ser libres de lo que deciden”, enfatizó el mandatario.
Petro señaló que tales acciones no pueden calificarse como legítima oposición, sino como conductas de “traición a la patria”, ya que implicarían interferencia externa en los procesos judiciales del país.
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Contexto político: tensiones por la condena de Álvaro Uribe
Estas declaraciones se producen días después de que el expresidente Álvaro Uribe Vélez, líder del Centro Democrático, fuera condenado a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, además de recibir una multa millonaria y quedar inhabilitado para ejercer cargos públicos por más de 8 años.
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La defensa de Uribe presentó una acción de tutela ante el Tribunal Superior de Bogotá para evitar su detención inmediata mientras apela la sentencia, alegando violaciones al debido proceso, la presunción de inocencia y la dignidad humana. El tribunal negó la solicitud este mismo lunes, considerándolo improcedente en esta etapa del trámite legal. La apelación debe resolverse antes del 16 de octubre por la Corte Suprema de Justicia.
La alocución del presidente Petro reaviva un clima de confrontación entre el ejecutivo y la oposición, en medio de una crisis institucional que pone en tensión la independencia jurídica del país. Al calificar de “traidores” a opositores por buscar influenciar la justicia desde el extranjero, Petro intensifica el discurso político en torno a la polarización y la soberanía judicial.